Podremos ser afines ó no al ex presidente Ricardo Lagos, podremos estar de acuerdo ó no, con lo que hizo ó no hizo mientras fue presidente, pero en lo que si deberíamos estar de acuerdo, es que sus opiniones son la voz de la experiencia, de su propia experiencia, por lo que cuando, hoy aparece defendiendo la gestión del ex ministro de salud Jaime Mañalich, es porque sabe perfectamente, lo que significa y los riesgos que trae consigo, tomar importantes decisiones, cuando se ostenta, un cargo de tan altas responsabilidades y que pueden beneficiar y/ó afectar a muchas personas, y a la vez un llamado de atención, a todos quienes, al calor de una "pequeña, insulsa e improductiva" discusión político partidista, deciden acusar al ex ministro Mañalich, sin antes haber vivido, ejercido y experimentado nunca, cargos de tan altas responsabilidades y debiendo actuar con diligencia, extrema, en casos como los que vivió él como presidente de Chile y Jaime Mañalich como ministro de salud, al comienzo de una pandemia, y no como los acusadores, que habitualmente lo hacen, muy asegurados, muy bien apuntalados y con todo el tiempo del mundo...

Notable, como el ex presidente Ricardo Lagos, resume su defensa del ex ministro Mañalich, al decir... ¡Se la jugó!

Luis Enrique Soler Milla

En octubre pasado el Gobierno anunció una serie de medidas destinadas a favorecer el acceso a los medicamentos y principalmente disminuir su precio, uno de los más caros del mundo en los innovadores y de marca.

Una de estas medidas promueve la importación directa señalando "a través de una autorización específica del Instituto de Salud Pública (ISP), las personas naturales podrán importar medicamentos indicados para su uso personal".

Si bien esto se puede hacer desde el año 1982, ahora se le da un nuevo aire y mayor difusión.

Sin embargo, en diciembre pasado, el Decreto 50 modifica la normativa vigente y restringe a sólo seis meses el máximo de tratamiento a importar, lo que hace a este procedimiento, usado principalmente por enfermos crónicos, inviable desde el punto económico para los exportadores extranjeros, debido a los bajos precios en la Comunidad Europea o países vecinos a esta. Para una mejor comprensión adjunto algunos ejemplos:

1.- Nexium (Esomeprazol) 40 mg, tratamiento para seis meses, 180 comprimidos: valor en Chile $192.600.-, precio a público en países de la Comunidad Europea o vecinos a esta $21.400.-

2.- Plaquinol (Hidroxicloroquina) 200 mg, 180 comprimidos para seis meses: valor en Chile $288.000.-, precio en Comunidad Europea $28.500.-

3.- Tegretal Retard (Carbamazepina) 400 mg, 540 comprimidos para seis meses: valor en Chile $904.473.-, precio en Comunidad Europea $205.200.-

Si de verdad el gobierno está al lado de los enfermos, debe derogar de inmediato este Decreto 50 el cual, tal como está redactado, no sólo pasa por encima de la voluntad del médico tratante y su potestad para señalar el tiempo de tratamiento, sino que además parece una medida proteccionista en favor de las grandes compañías farmacéuticas establecidas en nuestro país, donde han abusado con sus precios desde siempre.

Daniel Zapata Zapata