Cuando estamos a corto tiempo de tener muchas elecciones, con un padrón de 14,7 millones de electores habilitados para votar, es de vital importancia analizar cuán más ó cuán menos, están preparados para asumir la crucial labor de elegir a las futuras autoridades.
En general el perfil del elector nacional, dice que vota por los candidatos que pertenecen a su pensamiento político, a tabla rasa, sin cuestionar nada, sus respaldos profesionales, experiencias laborales, antecedentes personales y generales, etcétera, es decir no muestra mayor interés en saber si su candidato, por el cual va a votar, está en condiciones de ejercer el cargo para el cual postula, en la forma y en el fondo, en otras palabras, no analiza que hay detrás de la foto llena de sonrisas y rodeada de promesas de su elegido, en este caso, estamos en presencia de una "cita a ciegas", entre el elector y el candidato, y solo el tiempo le dirá, si su opción fue la indicada ó definitivamente fue un voto al agua...
Sería muy oportuno conocer el motivo, aunque para muchos la respuesta sería obvia, del poco interés de la Familia Política & Asociados en preparar mejor a los electores, porque sería lamentable, que la clase política prefiriera mantener a los electores en un estado de sopor constante en estas materias, para que no terminen cuestionando con conocimiento y causa, a los candidatos que ellos les colocan en el voto...
Por último, no existen motivos fundados, para decir que el hecho de preparar mejor al elector, para que pueda "escanear" a sus candidatos antes de ser votados, sea no democrático, pues son dos cosas muy diferentes, una es querer ser diputado, senador, alcalde, gobernador y la otra es tener, diciendo en buen chileno, "los dedos para el piano", a no confundir, la democracia, no está para amparar ineptitud, está para cosas más importantes.
Raya para la suma, lo mejor que le puede pasar a Chile hoy, es tener electores mejor preparados para analizar a sus candidatos, antes de votarlos, porque cuando nos quejamos de los políticos, digamos que la culpa no es del elegido, sino que de quienes los eligen...
Enrique Soler Milla