Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Tiempo Libre
  • Estrellas

Las mujeres que luchan por ser parte de la iglesia

Su objetivo es ocupar cargos reservados a los hombres, como diácono, párroco, obispo o sacerdote. Ya se reunieron con en nuncio apostólico en Francia, quien aseguró llevaría su petición al Vaticano.
E-mail Compartir

Agencia EFE

La lucha de las mujeres para ocupar cargos de relevancia en la Iglesia Católica dio esta semana un paso importante cuando la última, de un total de siete que piden en Francia un trato igualitario, fue recibida por el nuncio apostólico de ese país, Celestino Migliore.

Las siete mujeres entregaron el pasado 22 de julio al alto representante del Papa en Francia su autoproclamada candidatura para puestos que actualmente solo están reservados a los hombres, como el de diácono, párroco, obispo o sacerdote.

Desde entonces todas ellas han sido recibidas una a una por el nuncio, que ha escuchado sus peticiones aunque la Iglesia Católica nunca ha permitido ni reconocido que una mujer pueda ser ordenada sacerdote.

La última en tener una reunión fue Christina Moreira, francesa de origen español, que actualmente ejerce como presbítera en la Comunidad Cristiana do Home Novo, en A Coruña, y que al salir contó a EFE que su deseo es hacerse cargo de alguna parroquia abandonada.

Moreira aseguró estar muy satisfecha de la conversación que mantuvo durante más de una hora con el nuncio de Francia, cuyo contenido él mismo le pidió que no revelase aunque le prometió que trasladaría al Vaticano su petición y la de las otras seis mujeres.

"Es mucho más de lo que he conseguido en España, donde el obispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, y el arzobispo Carlos Osoro, de Madrid, me han cerrado las puertas, dicen que no me reconocen como presbítera y que no soy católica", lamentó.

Pese a esta negativa, Moreira no duda de que un día podrá dirigir una parroquia y recibir a los feligreses. "Si quieres una realidad, hazla. Cuando uno se enamora o tiene mucho interés en algo, es capaz de darlo todo para que eso sea realidad" afirma. "Yo me enamoré de una tarea y me dije que valía la pena darlo todo para llegar hasta ahí".

menos injusticias

Moreira cree que si hubiera mujeres ocupando cargos en la Iglesia habría menos injusticia y muchas de las personas que están bautizadas volverían.

"Me gustaría devolver la ilusión al pueblo de Dios y que las iglesias volvieran a ser lugares de acogida", expresó.

Las otras seis aspirantes acompañaron a Moreira a la salida de la reunión con Migliore en París.

"Agradecemos esta apertura de la iglesia y la compresión de la realidad de las mujeres, que demuestra que el diálogo es posible", proclamó Sylvaine Landrivon, que pide ser obispo.

Su reclamo está apoyado por la asociación "Toutes Apôtres" ("Todas Apóstoles"), un colectivo compuesto de mujeres involucradas en la Iglesia que lucha por la igualdad de género en esa institución.

"Las mujeres hemos estado al lado de Jesucristo desde el principio para cuidarlo y acompañarlo hasta la muerte", dijo Hélène Pichon, integrante de la asociación y a la vez una de las siete que aspira a ser "diácona". "Hace décadas que luchamos para ser reconocidas y seguiremos haciéndolo".

mujeres en el sacerdocio

Si bien la Iglesia Católica no se ha abierto a la posibilidad de que mujeres sean ordenadas en el sacerdocio, otros credos en el mundo sí cuentan con sacerdotes de género masculino femenino.

Varias iglesias evangélicas de Norteamérica ordenan mujeres pastoras; la primera de ellas fue Clarissa Danforth, consagrada pastora en la denominación Bautista del Libre Albedrío en 1815.

La Iglesia Anglicana, tras una discusión de más de veinte años, resolvió a mediados de los años '90 aceptar la ordenación de mujeres en el sacerdocio.

La Iglesia del Pueblo Danés o Iglesia Luterana de Dinamarca, el principal de ese país y que es además una institución estatal, ordena mujeres en distintos rangos, lo mismo que la Iglesia Luterana de Suecia, donde el 50% (e incluso un poco más) de los sacerdotes son mujeres.

La Iglesia Nacional de Islandia o Iglesia Evangélica Luterana de Islandia, que ya bendice uniones entre personas del mismo género, también ordena a mujeres en el sacerdocio.

Y los casos se repiten en Alemania o España, donde otras iglesias protestantes permiten la ordenación de mujeres como presbíteros.

En el área del catolicismo, pese a la escasez mundial de sacerdotes, no se han revelado signos de apertura hacia la ordenación femenina o la eliminación del celibato.

Frente a ello, existe una organización de mujeres que luchan por abrirse paso en el clero, conocida como Women's Ordination Worldwide (WWO), que propone la ordenación global de mujeres, como una solución a la escasez de sacerdotes en diferentes regiones.

El grupo de activistas se ha manifestado ya frente al Vaticano, para reclamar un espacio para las mujeres en el sacerdocio.

El grupo nació en Austria, en el Primer Sínodo Europeo de Mujeres en Gmunden, en 1996, y desde entonces se ha expandido a países como Gran Bretaña, Japón, Estados Unidos, Francia, Australia, Bangladesh, Canadá, Irlanda, Malta y Polonia.

Kate McElwee, una representante de WOW de la sede de Roma, dijo a The Guardian que "empoderar a las mujeres salvaría la iglesia". "Nuestra Iglesia y nuestra Tierra están en crisis, y empoderar a las mujeres en los roles que ya están desempeñando en sus comunidades es una solución. Estamos abogando por la igualdad y eso incluye la ordenación", añadió.

WOW promulga "un modelo de liderazgo colaborativo y no jerárquico". Según ellos mismos, se basan en el "principio de igualdad como clave para oponerse a la discriminación".