El drama continúa para los restoranes sin terraza
En Viña del Mar ya avanzaron en plan de apertura para ocupar veredas, mientras que en Valpo idean soluciones en bermas y estacionamientos.
Los empresarios del rubro gastronómico y turísticos de Valparaíso y Viña del Mar esperaban llegar a etapa 3 con la esperanza de complementar el delivery con la apertura de mesas al aire libre o terrazas. Pero esta posibilidad no es para todos, ya que en muchos casos se carece de espacio físico para montar mesas contiguas en patios internos o veredas.
En Viña del Mar a través de su Plan Integral de Prevención y Activación del Comercio y Turismo de Viña del Mar se han adoptado medidas para aquellos locales imposibilitados de abrir afuera.
En septiembre se aprobó un permiso extraordinario que permite la ocupación de bienes nacionales de uso público para instalar mesas y sillas o bien dar cumplimiento a medidas sanitarias (como espera en filas con distanciamiento social), con el objetivo de apoyar la reactivación. Estas modificaciones a la Ordenanza Local de Derechos Municipales fueron propuestas por la Comisión Técnica Plan Integral de Prevención y Activación del Comercio y del Turismo del municipio, que dicen relación a la instalación de mesas, sillas y/o quitasoles en bienes nacionales de uso público, sin costo.
En valparaíso
En el Puerto, donde los locales son más estrechos el tema es complejo. Negocios como el El Molinón, Marcopolo y los mismos restoranes peruanos de calle Esmeralda en el plan, no pueden de manera fácil reabrir sus puertas o terrazas, pues no cuentan con éstas.
"En Valparaíso debimos adelantarnos a los hechos y haber levantado una comisión de Régimen Interno para ver el tema de los locatarios que no tienen terrazas, pues en fase 3 muchos no podrán abrir. Va a haber algunos sectores donde se podrá implementar una terraza como extensión de la acera. Se trata de una especie de tarima desde la acera hacia el estacionamiento que podríamos implementar ahí algo", sostiene el concejal Marcelo Barraza, quien confiesa que la idea sale de los propios locatarios al ver la imposibilidad de reabrir a corto plazo.
El edil sostiene que en algunos casos habría que llegar a un acuerdo con los parquímetros, pero en lo concreto se necesita un catastro de quienes pueden o no hacerlo y finalmente trabajar en conjunto en una mesa.