Maternidad "Aníbal Scarella"
El doctor Aníbal Scarella falleció en Viña del Mar el 12 de mayo de 1996. Su vínculo con la maternidad del Hospital "Gustavo Fricke" llevó a que, como reconocimiento histórico a su trayectoria y aporte de incuestionable compromiso social y profesional, motivara a las autoridades del centro de salud para reconocer con su nombre las dependencias del área de Ginecología y Obstetricia.
Scarella promovió la profesionalización de la práctica obstétrica en Chile, aportó de manera perseverante a la destinación de recursos para atender a la madre en su embarazo y parto, y en la atención continua del neonato para asegurar su sano crecimiento como bebé. Su vocación se afianzó con una formación sólida en Chile y varios cursos internacionales.
La ampliación del Hospital "Gustavo Fricke" permite ahora contar con dependencias renovadas, con mejoras y condiciones propias de nuestro tiempo y de la creciente demanda de la salud pública. Este proceso compromete el respeto a las figuras históricas que han aportado en estos ámbitos y a los consecuentes reconocimientos incorporados a sus espacios, que representan una gratitud a ellos, a sus descendientes, a colegas y pacientes que conocieron y valoraron su aporte.
Aníbal Scarella, como lo hizo el propio doctor Gustavo Fricke, plasmó su entrega al servicio público cumpliendo una trayectoria que sería injusto borrar de las salas de la maternidad viñamarina. El revisionismo de la historia engendra injusticia, olvidos que el presente pretende reivindicar a través de acciones que afectan la confianza social en el respeto histórico de las instituciones. Creo que sería muy injusto borrar la memoria del doctor Aníbal Scarella, asunto que no obsta a que de manera proactiva se busque reconocer con otros espacios a nuevas personas y generaciones presentes, que continúan la senda que legaron aquellos que nos precedieron, incluso aunque tengamos legítimas diferencias con sus ideales de vida. Es un signo republicano que nuestro país necesita, y que quienes sentimos cariño por el doctor Scarella reconoceremos, en igual condición como lo merecen otras áreas del hospital perpetuando a queridos médicos como Jorge Kaplán Meyer.
Jorge Salomó Flores
Máster en historia