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El día más solitario de Lo Vásquez

Pese al llamado de las autoridades, uno que otro peregrino llegó hasta el santuario para cumplir sus mandas, pero el paso fue prohibido por Carabineros. La estricta regulación en carreteras y pasarelas marcó la jornada de ayer. De un millón de fieles, desde el sábado hasta hoy no se acercaron más de tres mil. Comercio local lamentó el cierre. Ciclistas fueron los más multados por transitar en carretera. Los devotos se conformaron con rezar desde la distancia.
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Francisca Palma S. - La Estrella de Valparaíso

La tan esperada peregrinación al Santuario de Lo Vásquez, cada 8 de diciembre, es para los creyentes una de las festividades más anheladas año a año.

Cumplir mandas, caminar en medio de la carretera e incluso avanzar con las rodillas hasta la entrada de la iglesia, son algunas de las imágenes que veíamos de forma anual sin falta en una de las celebraciones más masivas de nuestro país, durante el Día de Inmaculada Concepción. Pero ayer el escenario fue completamente distinto.

A primera hora, una vez que la ruta 68 habilitó el tránsito en ambos sentidos para vehículos motorizados, uno que otro ciclista se veía en medio de la carretera, pese a los riesgos y las restricciones pues, según la normativa dictaminada por la autoridad, no se permitió el tránsito de ciclistas ni peatones. Aún así, uno que otro peregrino iniciaba su travesía entre el asfalto y el calor.

Mientras, el santuario de Lo Vásquez, a lo lejos, se veía vacío, sin aglomeraciones ni visitantes. La gente había hecho caso a las medidas aplicadas por las autoridades.

Cada una de las entradas al santuario se encontraban cerradas con barreras que bloqueaban el paso, al igual que en las pasarelas para así evitar el tránsito de los devotos que cada año llegan a cumplir con sus mandas a la Virgen de Lo Vásquez.

Así, a eso de las diez de la mañana, solo un pequeño grupo de personas intentaba convencer a Carabineros para acercarse a la tan querida virgen, cuya imagen venerada permanecía al interior del templo, completamente cerrado, pues no hubo procesión y las tradicionales misas se realizaron vía online.

"Yo vengo todos los años a cumplir una manda personal y vengo de Santiago, salí a las 7.30 de la mañana. Es importante para mí venir un día 8, no otro día, sino que este 8 de diciembre y para los que no son católicos no entenderán la importancia que tiene venir en esta fecha, tiene un significado importante para los creyentes. No me dejaron pasar y no sé qué haré", nos comentaba en la mañana un angustiado Paolo Gutiérrez, uno de los peregrinos que intentó pasar por la caletera.

Tal como Paolo, un grupo de ciclistas santiaguinos también deseaba visitar el santuario, pero el verdadero desafío era llegar hasta la zona, sin importar el ingreso.

"Vengo por cumplir una manda con un grupo de amigos y venimos de Talagante. Llegamos y la meta era llegar hasta la iglesia y con eso estamos satisfechos. No nos dejaron ingresar, pero no es tema para mí, porque la idea era llegar hasta donde se nos permitiera el paso. Incluso evaluamos que si había más gente en el camino, nos devolvíamos, por el tema del distanciamiento social, pero tuvimos suerte. Compraremos agua, comida y de vuelta a la casa", nos contaba Luis Contreras, uno de los fieles que llegó hasta el lugar.

Comercio

Mientras algunos hacían hasta lo imposible para acercarse al Santuario, el poco comercio que quedó instalado a las afueras de la iglesia se veía cabizbajo y claramente, sin ninguna venta a eso de las doce del día.

"Ha sido un año completamente diferente a los otros. No entiendo por qué tienen abiertos los malls y no dejaron venir a los peregrinos este 8 de diciembre, es un poco contradictorio. Una buena solución hubiese sido un ingreso controlado, con una fila, con aforos, entrega de alcohol gel, porque la cuarentena nos ha afectado mucho a nosotros. Creemos que mañana (hoy) estará lleno", indicaba don Osvaldo, uno de los locatarios de Lo Vásquez.

Un poco más allá, en la zona de comida, estaba doña Tila, quien ya tenía asumido el escenario del día. "No anda nadie, es como para contarlo y no creerlo, pero es entendible con todo lo que ha pasado. Todos sabíamos que esto iba a ser así, no tenemos de nada de qué quejarnos, para nosotros es fome pero lo sabíamos y no fue una sorpresa lo que sucedió", reflexionaba Tila.

Balance

Pese a las prohibiciones y a la llegada de un grupo reducido de personas, las autoridades de la región realizaron un balance positivo: la gente, en su mayoría, entendió y respetó el llamado.

"No sabíamos cuántas personas iban a llegar, entendiendo que normalmente en este escenario llegan 800 mil personas, sin embargo, debemos agradecer a la comunidad quien adoptó todas las medidas de resguardo, no concurrió al santuario y eso es un mérito de quienes entendieron que esto es por un bien superior, que es la salud de todos. Una fiesta que en un escenario normal podíamos hablar fácilmente de un millón de personas en cuatro días, este año no hemos tenido más de 3 mil", informó el mayor Juan Escobar, comisario de la Segunda Comisaría de Valparaíso.

Por último, desde Carabineros indicaron que quienes sí recibieron algún tipo de amonestación fueron los ciclistas.

"Fiscalizamos a quienes, lamentablemente, no han hecho caso y tenemos bastantes infracciones a los ciclistas. A los peatones les estamos recomendando que no se desplacen por la ruta porque el tránsito está habilitado desde las ocho de la mañana. Los ciclistas se arriesgaron a ser citados al Juzgado de Policía Local de Casablanca, con la infracción de transitar en una autopista", puntualizó el mayor Escobar.


El día más solitario de Lo Vásquez