Tras leer el título en la portada de La Estrella de Valparaíso (24.12.20), lo primero que hice , fue tratar de comunicarme con el Viejo Pascuero, pero fueron vanos mis intentos para comunicarme con él, debe ser por su gran trabajo de estos días, pero igual, y en eso debemos estar todos de acuerdo, debe haber quedado muy sorprendido, con la cartita que le envío Catalina, de 10 años de edad, desde Olmué, en donde en vez de pedirle algún juguete, le pedía una hora con un cardiólogo para ella, no, no es un error, está leyendo bien, una hora con un cardiólogo para que le atendiera dolencias que sufre su joven corazón...
Definitivamente, situaciones como esta, debieran llamar a las autoridades respectivas a preguntarse... ¿Qué estamos haciendo mal?, ¿Qué no hemos hecho, para que una niña de 10 años, Catalina de Olmué, deba escribirle al Viejo Pascuero para que le consiga una hora al cardiólogo?...
Con toda seguridad, las autoridades, tendrán muchas respuestas, y tal vez todas muy justificadas, pero igual, deberían ponerse en los zapatos de Catalina, y comprender la desesperación, la impotencia, de ella y de su familia, para que haya tenido que mandarle una carta al Viejo Pascuero, sí al Viejo Pascuero, para que la atendiera un cardiólogo, simplemente, sin comentarios...
Luis Enrique Soler Milla