A finales de agosto pasado, nuestro esposo, padre, yerno, tío y cuñado Nelson Riquelme contrajo el COVID-19 y debió ser internado de gravedad en la clínica Los Carrera de Quilpué, donde permaneció por largos y angustiosos 110 días, hasta que logró vencer la enfermedad y comenzar su proceso de recuperación. Fue una experiencia en extremo difícil y dolorosa para toda nuestra familia, pero no podemos dejar de agradecer el enorme esfuerzo sanitario realizado por el equipo humano de la clínica (doctores, personal de enfermería, TENS, kinesiólogos, auxiliares y más), quienes nunca se rindieron ante la gravedad de esta enfermedad e hicieron todo lo posible por sacarlo adelante. En nombre del doctor Sergio Gálvez, jefe de Unidad de Pacientes Críticos; el doctor Ariel Bechan, médico tratante; y la señora Alejandra González, enfermera jefe de la UPC, queremos agradecer a todo el equipo de clínica Los Carrera por su incontrarrestable profesionalismo y vocación, por su compromiso con los pacientes y por su empatía y preocupación, gracias a lo cual pudimos sobrellevar este duro trance. Todos ellos hicieron posible hoy que nuestro ser querido esté con nosotros.

También queremos agradecer a todas las personas -familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo- que durante estos difíciles meses nos acompañaron como familia, nos apoyaron con una palabra de aliento y sumaron con sus oraciones y sus buenos deseos a la anhelada recuperación. Su cariño y sincera preocupación nos permitió sobrellevar la prueba que el COVID trajo a nuestras vidas.

Familias Riquelme-Küpfer, Olivos-Riquelme y Carvajal-Küpfer

Es de sobra conocido los abusivos precios que se cobran en Chile por muchos bienes esenciales para la población, comenzando con el valor a público impresentable para los medicamentos de marca, innovadores u originales.

Los Laboratorios que los distribuyen se dan el gusto de cobrar en cientos de ellos hasta diez veces más que por ejemplo en la Comunidad Europea, sin subsidios o seguros de por medio para los extranjeros que compramos en esos países.

En Chile son muchos los costos abusivos respecto a otros países, agua, luz, gas, educación, peajes, bencina, alimentos, verduras, frutas, cítricos como el limón, etc.

Sobre este último, acabo de ver un reportaje, su costo de venta mayorista en la Vega Central sería de $14.000.- bolsa con 25 kg, ya con un fuerte aumento según declara el entrevistado, luego se da a conocer el precio de minorista en la misma Vega Central, por kg $1.600.-

Sería interesante una investigación periodística, la cual incluya desde los precios que los mayoristas pagan al productor campesino y su precio final de venta al público.

¿No les parece abusivo, especialmente este último precio?

Seguramente nos encontramos con abusos menores que en los medicamentos, pero abusos al fin.

Es una utopía mía, pero Chile sería un país más justo, si todos quienes ganamos dinero lo hiciésemos en una medida también justa, bajando nuestra rentabilidad a fin de colaborar con aquellos que menos tienen.

Por último, creo que a los gobiernos de turno no les interesa bajen los precios al público, convirtiéndose así en cómplices pasivos de este abuso sistemático sobre la población más vulnerable, pues sí cae mucho la recaudación del IVA (cerca del 40 % de los ingresos totales del estado y el mayor porcentaje dentro de los países de la OCDE) deberían buscar alternativas menos regresivas de financiar el gasto público, algo que si les resulta aterrador.

Sólo el Estado desea pagar menos, como sucede con las compras de medicamentos vía Cenabast.

Daniel Zapata Zapata