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No olvidemos el sida

Se inició hace 40 años y desde entonces ha causado la muerte de 33 millones de personas. Vigente como nunca, ha pasado desapercibida por la irrupción del COVID-19.
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Por Juan Guillermo Prado

En los inicios de la década de los '80 del siglo pasado, médicos en Estados Unidos percibieron que algunos pacientes padecían enfermedades muy poco habituales. Los primeros enfermos fueron hombres homosexuales de Nueva York y California. Ellos sufrían conjuntamente males como el sarcoma de Kaposi, un extraño cáncer de piel, así como un tipo de neumonía. También se detectaron casos entre drogadictos por vía intravenosa y receptores de transfusiones de sangre. Por la aparición de manchas de color rosáceo en el cuerpo del contagiado, la prensa comenzó a llamar a la enfermedad la "peste rosa".

Esta nueva enfermedad fue denominada sida (Síndrome de Inmunodeficiencia adquirida) y es causada por el VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana). Pero VIH y sida no son sinónimos. Hay personas con VIH que no tienen sida y este puede aparecer luego de dos a 15 años de ser infectado.

Desde el comienzo la comunidad homosexual fue culpada de la aparición y posterior expansión del mal. Incluso algunos grupos religiosos llegaron a decir que el sida era un castigo de Dios a los homosexuales. Las víctimas fueron aisladas por la comunidad, los amigos e incluso por sus familias.

El VIH se transmite de persona a persona. Con el tiempo destruye células del sistema inmunitario que nos protegen de las infecciones. Cuando no existen estas células, el cuerpo es incapaz de combatir los contagios. El sida es la fase más grave de la infección por VIH y, con el tiempo, termina provocando la muerte.

En 1984 Llegó a Chile

En nuestro país, la epidemia de infección por VIH/sida se inició en 1984 con la detección de seis casos, provenientes de las regiones de Valparaíso, Bío-Bío y Metropolitana. En julio ocurrió el primero que correspondió a un profesor homosexual quien falleció del mal. Internado en el Hospital Paula Jara Quemada, al finalizar el mes fue dado de alta pero en agosto se agravó, razón por la cual fue internado nuevamente en un centro hospitalario.

Se le trató de la enfermedad en el Hospital Clínico de la Universidad Católica hasta su muerte el 22 de agosto de 1984. El temor cundió en la población y en el transcurso del año 1985, en la Región Metropolitana, se notificó la primera mujer enferma en el país.

La ciudadanía creía que la enfermedad era un problema de homosexuales y trabajadoras sexuales. Solo en 1991 se inició la primera campaña de más de una decena orientada a la prevención de la infección. En noviembre de ese año, en los medios de comunicación, aparecieron los primeros mensajes: "Yo estoy afectado(a) por el sida". Se pretendía sensibilizar a la opinión pública, indicando las vías de transmisión, los métodos de prevención y cómo convivir con personas afectadas por el mal.

Año a año vinieron nuevas campañas con mensajes tan sugestivos como "ya sé prevenir el sida, ¿cómo no me cuido?", "si no me cuido del sida yo, ¿quién?" o "mi vida la cuido toda la vida: siempre condón". La última campaña de se realizó el año 2018 y desde allí el sida ha sido desplazado por el virus del COVID-19.

Una Situación Complicada

Sin embargo, la peligrosidad de este mal no ha descendido. La situación es complicada. Según el exministro de salud Emilio Santelices, la mortalidad de la enfermedad en el país llega a 2,9 por cada 100 mil habitantes, más del doble del promedio mundial de 1,2.

La prevención es uno de los tópicos más relevantes en el combate al Sida. En el año 2018 se distribuyeron más de siete millones de preservativos masculinos en los consultorios para su entrega a usuarios. Además se adjuntó, por primera vez, la distribución de condones femeninos para población prioritaria: mujeres viviendo con VIH o en control de infecciones de transmisión sexual y trabajadoras sexuales.

En el mes de julio del año pasado el ministerio de Salud informó que, en el transcurso del 2018, el 87% de las personas que viven con VIH en Chile han sido diagnosticadas, esto es 61.650 individuos. Sin embargo, un informe de Naciones Unidas señala que unas 71 mil personas viven con el VIH, esto significa un aumento de cuatro mil personas más respecto al 2017, cuando se registraron 67 mil. El año 2019, según el último informe de OnuSida, Chile es el país que lidera el alza de nuevas transmisiones de VIH en Sudamérica, con el 34%; le siguen Bolivia con el 22% y Brasil con el 21%.

Por su parte, el Instituto de Salud Pública ha señalado que desde el año 1990 hasta diciembre de 2018 se han notificado 11.589 fallecidos; sin embargo, esta es una información incompleta ya que no ha considerado los fallecidos antes de 1990.

La Tragedia Africana

Las cifras a nivel mundial indican que desde que apareció la enfermedad han muerto cerca de 33 millones de personas. Solo el año 2019 hubo 690.000 fallecidos. En 2020 no hay cifras exactas pero se conjetura que hay unos 36,7 millones de infectados de ellos un millón ochocientas mil son niños. Se estima que cada día más de 400 menores contraen la infección.

En África subsahariana vive el 12% de la población mundial y allí el sida es uno de los principales problemas de salud pública y de causa de muerte. Uno de cada veinte adultos está infectado y el 69% de la población del planeta que tiene el virus vive en esta zona del continente negro. En tres pequeños países de África meridional existen elevadas cifras de infectados: en Swazilandia, el 27,30% de la población adulta tiene sida y la expectativa de vida es de 59 años; en Lesoto el 23,60% padece la enfermedad y la esperanza de vida es de solo 53 años; y en Botswana están contagiados el 21,90% de los mayores de edad y la expectativa de vida es de 65 años.

Los muertos en África suman y sirven solo para las frías estadísticas. Pero el listado de personajes famosos que han muerto de sida o que lo tienen es largo. El exbasquetbolista Magic Johnson vive con la enfermedad desde 1991 pero el tenista Arthur Ashe no tuvo su suerte y falleció en 1993 por causa del mal.

Freddie Mercury, líder de Queen, murió en 1991 a causa de una neumonía que se complicó por el VIH. También fenecieron de este mal el pianista Liberace, y los actores Rock Hudson y Anthony Perkins. Quien tuvo mala suerte fue Isaac Asimov, autor y bioquímico estadounidense nacido en Rusia, escritor conocido por sus obras de ciencia ficción y por sus libros de divulgación científica. Se infectó con el VIH a través de una transfusión de sangre contaminada durante su cirugía de bypass de triple corazón en 1983, falleciendo en 1992.