Marcia Saavedra:"El Desayunador fue una etapa de gran aprendizaje"
Propietaria del mítico local del cerro Alegre repasa sus 17 años frente al proyecto culinario y social que cerró sus puertas por la pandemia.
Radicada en Limache hace algunos años, debido a motivos familiares, Marcia Saavedra de 47 años dice que extraña mucho tomarse sus 3 o 4 cafés bien preparados y con la calidad de los granos tostados del Taller Café en su local El Desayunador. Marcia también añora sus viajes en tren, pues no conduce y cada mañana abordaba el servicio local para llegar a su emprendimiento en cerro Alegre, ese que comenzó junto a su hermano y lo decoró con el dinero de la venta de un auto usado de su madre.
"Nunca fui buena para hablar de mi negocio o publicitarlo, pero dada las cirscunstancias, me ha tocado dar varias entrevistas, las que me han permitido repasar estos 17 años que se acabaron por las deudas y todos los problemas que trajo consigo la pandemia", advierte la diseñadora gráfica, que aprendió a cocinar de pequeña y siempre gustó de hacer preparaciones dulces, las mismas que muchos degustaron en el comienzo de El Desayunador.
El duro invierno
Hace pocos días Marcia y sus socios (esposo y hermano) liquidaban las pocas cosas que le quedaban con el café. Marcia confiesa que el cierre fue imposible de retardar.
"Las deudas eran insostenibles, nunca consideramos despedir a nadie, pese a la pandemia y los problemas estructurales que presentó el local dadas las fuertes lluvias del invierno. Llegamos a tener 24 trabajadores, algunos eran estudiantes part time, que empezaron en El Desayunador para juntar lucas para estudiar. Luego con el tiempo entraron a estudiar y nosotros le acomodamos los horarios. Hoy seguimos en contacto y muchos son agradecidos y nos comentan que sacaron un título gracias al trabajo que se les otorgó en nuestro local", relata con orgullo la emprendora.
Marcia revela que el negocio funcionaba con 7 millones de pesos mensuales y ese monto este año no estaba. A sus trabajadores no los despidió, siguen acogidos al Seguro de Protección de Empleo Gubernamental, en el intertanto de que tramita todos los papeles para el cierre legal del café.
La madre de dos hijos varones, de 13 y 11 años y cuyo esposo también es relator deportivo en Wanderinos sin Fronteras, dice que hace un par de meses se bajoneó un poco y dudó de todo lo que había hecho en 17 años. Marcia dice que acudió a la banca para solicitar un crédito, sin embargo se le cerraron las puertas. "Dudé de mis capacidades, de lo que había hecho, pero luego me di cuenta que el café era más que eso. Con el maestro pastelero llevamos trabajando 11 años, es parte de la familia. Entendí que esta crisis había golpeado a todos y el café fue un gran aprendizaje"
Economía circular
Una de las cosas que más le duele a Marcia es la cantidad de empleos que quedarán vacantes por el cierre del café. Aparte de los trabajos directos, El Desayunador aportaba a la economía circular local, pues el pan se compraba en la Guria, los huevos eran de gallinas libres, los granos de café de Taller Café y así gran parte de sus insumos.