Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Tiempo Libre
  • Estrellas

El culto a San Sebastián, el santo mártir Presidente Sociedad de Folclor Chileno

E-mail Compartir

Yvaín Eltit

Corría el año 288, los gladiadores se batían a duelo en el Coliseo (anfiteatro de la época del Imperio romano), las legiones conquistaban desde la lúgubre Britania (actual Inglaterra) hasta el místico Medio Oriente, era la Roma del Emperador Diocleciano. En este período histórico es cuando San Sebastián de Milán se convierte en mártir. Fue un valeroso soldado cristiano que llegó a formar parte de las tropas de élite de César (pretorianas). Sin dejar de cumplir devotamente con su fe y alejado de ritos paganos, Sebastián compartía la Palabra y la promovía entre sus compañeros. Enterado de esto el gobernante se defraudó y lo amenazó, pero el militar, firme en sus creencias no desertó.

Sentenciado a muerte, fue desnudado por las huestes y atado a un poste, donde lo cubrieron con una lluvia de flechas, dándolo por fallecido. Sin embargo, fue rescatado por sus amigos y resguardado por la familia noble de Cástulo hasta que sanaron sus heridas; recuperado se presentó nuevamente ante el monarca, con el fin de encararlo por las persecuciones a los creyentes, pero esta vez el resultado fue catastrófico y Sebastián fue azotado hasta perecer, siendo arrojado a unos barriales.

Posteriormente empezó un culto que como reguero de pólvora se expandió por católicos u ortodoxos. El fervor popular desde tiempos remotos ha estado vinculado contra la peste y los rivales de la religión católica. Su festividad tiene lugar el 20 de enero y es reconocido, junto a San Fabián, como uno de "los santos mártires".

Se le ha designado como "el Apolo Cristiano" por su infinidad de representaciones: corazas, esculturas, música y pintura. Así es como en la Edad Media se le plasmó en las armaduras de mallas, ya sea con la corona de flores o semi herido. En las artes, el pintor renacentista italiano Botticelli elaboró un cuadro en 1474 que es considerado el primer desnudo masculino. En la Catedral San Antolín de Palencia (comunidad autónoma de Castilla y León, España) se conserva "El martirio de San Sebastián" del pintor español El Greco. También destaca la obra del escultor español Alonso Berruguete, conservada en el Museo Nacional de Escultura (Valladolid, España).

Siendo una conmemoración mundial, su patronato se extiende a países como Malta, pero con especial sentir en Iberoamérica: Huelva, Toledo, Valencia, Sevilla, La Rioja, Jaén, Almería, Santa Cruz de Tenerife, Málaga, Mallorca y Granada, en España; Cusco, en Perú; León, en México; San Cristóbal, en Venezuela; y La Plata, en Argentina. En el caso chileno, los españoles trajeron la escultura de 93 centímetros que está pintada con esmalte y las flechas de metal. Inicialmente estuvo en Chillán, pero luego de un ataque mapuche en 1580 se le protegió cerca del poblado de Yumbel para evitar su profanación. Desde 1655 se le rinde culto en la parroquia de Yumbel. También se le venera en Santa Rosa de Los Andes, Las Lomas (Talca), Coihueco, Lonquimay, Puerto Saavedra y Calbuco.