Secciones

Cañas y hachazos

E-mail Compartir

Por Yvaín Eltit - Presidente Sociedad de Folclor Chileno

Más de una vez se nos han pasado las copas, ya sea por un cumpleaños celebrando "hasta que las velas no ardan" o bien para el 18 de septiembre, donde el ambiente es amenizado con un buen vaso de chicha con harina tostada, o también para los calurosos días veraniegos con los populares "melvin" (melón con vino), sobre todo degustados en Argentina y Chile, así como cualquier otro vituperio para acompañar. En nuestra patria, a aquel estado de inspiración, felicidad o "sacar personalidad" se le conoce como "curarse".

Es luego de estos jolgorios cuando se nos aparece la expresión "andar con la caña", cuya sensación se extiende a todo nuestro cuerpo y se pasa con un buen caldito de pollo y abundante líquido. La palabra caña deviene del latín canna (presente de no poder). Sin embargo, para la Real Academia Española (RAE) su significancia es variada, desde "planta gramínea, indígena de la Europa meridional, con tallo leñoso, hueco, flexible y de tres a cuatro metros de altura, hojas anchas, un tanto ásperas, y flores en panojas muy ramosas" hasta una medida superficial agraria de seis codos. Hay caña de azúcar, ancla, de pescar, espina, pulmón, timón, entre otras. Tomándonos de estos términos, el contexto derivó de aquellos largos vasos en los cuales se servía alcohol, aunque en España se emplea igualmente para la medida de cerveza.

Por otra parte, el hacha procede del fráncico (lengua de los antiguos franceses) happia, heppa (hacha de leñador). Para la RAE la definición de hachazo no es solo una, esta va desde "golpe dado con el hacha" al choque lateral al toro ocasionándole contusión, pero sin herirlo; e inclusive en el fútbol es un tope en circular y veloz que busca derribar al adversario. La idea de "andar con el hachazo" se le denomina al efecto del malestar post curadera. Usualmente es una resaca donde la persona amanece de mal humor y merece un buen descanso para reponerse. A veces suele confundirse con la caña, más aún cuando a nivel latinoamericano se utiliza de diferentes modos. En Costa Rica, se refiere al confrontar a otro individuo en una situación negativa; en México, el hachazo alude al aparato reproductor femenino, la vagina; y en Perú es empleada coloquialmente para enfatizar una afirmación, equivalente a "¡de todas maneras!".

En palabras del folclorólogo Oreste Plath, "en Chile no hay mal vino, sino malintencionados con el vino", y cómo no, si nos acompaña una tradición vitivinícola desde los albores de la Colonia, cuando los enguindados, pipeños y colas de mono comenzaban a posicionarse como parte de nuestra identidad. Lo recomendable es siempre beber con la mayor mesura para así evitar la caña o el hachazo.

¿Cómo se producen las variantes del COVID y cuáles preocupan más?

Hay evidencia de que ciertos tratamientos con anticuerpos podrían tener menor efecto frente a ciertas cepas nuevas.
E-mail Compartir

AP/N.E.

Las últimas semanas se ha dado a conocer la existencia de muchas cepas o variantes del COVID-19 que andan circulando por el mundo. Tantas, que muchos ya han perdido la cuenta. Sin embargo, los expertos en salud actualmente están preocupados por la aparición de tres de éstas en particular.

El virus puede mutar a medida que infecta a las personas, ya que para hacerlo realiza copias de sí mismo. Algunas variaciones pueden ser perjudiciales para el virus y provocar su extinción, mientras que otras pueden ofrecerle ventajas y ayudarle a expandirse.

"No todas las mutaciones son iguales", dijo la doctora Mary Petrone, que estudia enfermedades infecciosas en la Universidad de Yale. "El virus va a tener suerte de vez en cuando", agregó.

Monitorear las variantes es importante por la posibilidad de que puedan hacer que las vacunas y los tratamientos sean menos efectivos, o cambien la forma en la que infectan a la población.

Al inicio de la pandemia, una mutación impulsó su propagación por todo el mundo, pero desde entonces no había habido cambios notables, hasta hace poco, afirmó Daniel Jones, biólogo de la Universidad Estatal de Ohio.

Una de las tres principales variantes estudiadas por los expertos fue descubierta en Gran Bretaña a finales de año pasado, y desde entonces se ha detectado en docenas de países. Al principio, las autoridades sanitarias no vieron que agravase la enfermedad pero información reciente sugiere que sí podría hacerlo, algo que sigue sin conocerse por el momento. Sí parece que se propaga con más facilidad, lo que podría llevar a más hospitalizaciones y decesos.

Esta variante podría convertirse en la dominante en Estados Unidos en marzo, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades del país.

Otras cepas detectadas en Sudáfrica y Brasil parecen ser también más contagiosas, señalaron los expertos.

¿sirven las vacunas?

Por el momento, los datos sugieren que las vacunas actuales siguen siendo efectivas ante estas mutaciones, aunque a la comunidad científica le preocupa que su eficacia pueda verse ligeramente reducida. Hay algunas evidencias de que ciertos tratamientos con anticuerpos podrían tener menos efecto frente a ciertas variantes del coronavirus.

"Hay formas de ajustar las vacunas y los tratamientos para mantener su efectividad", dijo el doctor Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas en Estados Unidos.

La aparición de variantes está ligada a los rebrotes, ya que los contagios dan al virus la oportunidad de mutar y propagarse. Ese es otro motivo por el que los expertos destacan la importancia de usar mascarilla y mantener la distancia social.

"Cuantos menos humanos porten el virus, menos oportunidades tiene éste de mutar", apuntó Jones

Anthony Fauci, experto en enf. infecciosas

"Hay formas de ajustar las vacunas y los tratamientos para mantener su efectividad".