Sofía Navarro martínez

Desde que se inició el confinamiento en el país, y principalmente en la región, los deportistas locales han debido ingeniárselas para poder cumplir con sus rutinas. Tal fue el caso del nadador viñamarino Oliver Elliot, que ante el cierre de piscinas durante los primeros meses de pandemia, buscó alternativas y se decidió por nadar en el mar, en un hecho casi insólito para sus casi 25 años en las piscinas.

"Me tuve que encerrar en mi casa haciendo trabajo físico para no contagiarme. Hubo un momento en el que fue tanta la espera, que me metí al mar, algo que no estaba acostumbrado a hacer porque son aguas abiertas y las temperaturas son distintas. Iba con mi traje de surf y así comencé una rutina nueva tres veces por semana, siempre mirando el clima y esperando que no hiciera frío", relató el viñamarino

No solo hubo una pérdida del ritmo de entrenamiento, las cuarentenas dejaron secuelas que poco a poco comienzan a quedar atrás. En su análisis de los primeros meses, Elliot aseguró que "el encierro me hizo subir mucho de peso y hay que considerar además que nunca en mi vida, de los casi 25 años que llevo nadando, había estado tanto tiempo fuera del agua. Físicamente me encontré muy extraño, no era la costumbre que tenía porque en tiempos de competencia, máximo estaba un mes de vacaciones después de una temporada larga y ahora fueron casi seis meses encerrado concentrado solo en el trabajo físico".

Calendario apretado

La gran meta que aparece en el horizonte es llegar a los Juegos Olímpicos, los que fueron postergados en un año. Lo cierto es que hasta ahora, el nadador que ya dijo presente en Atenas 2004 y Beijing 2008 no tiene su paso asegurado y dada la propagación del COVID-19, sus planes para lograr el cometido, se vieron frustrados.

"Al principio tenía todo preparado para ir a un Grand Prix a California donde iba buscar la marca para Tokio y justo en las fechas que estaba programado se canceló por ser la localidad más complicada en temas sanitarios. Luego vino la suspensión de todas las competencias en nuestro país y me quedé sin entrenamientos", relató el velocista.

Hoy la frustración comienza a quedar atrás y el calendario poco a poco toma forma. Aunque en suelo nacional se proyecta que las competencias se retomen en mayo, al otro lado de la cordillera aparece el campeonato Sudamericano en Buenos Aires fijado para marzo de 2021, que aparece como un desafío mayor al verse como la opción para sacar los pasajes a la cita de los cinco anillos.

"A corto plazo la meta es el sudamericano, tener un buen lugar y ojalá hacer la marca ahí mismo y si no buscar otra instancia. Tokio es el objetivo principal de los campeonatos, ojalá no lo posterguen para no tener que esperar otro año", indicó Elliot, agregando que "hace un tiempo fue el US Open en Estados Unidos, me hubiese gustado ir a competir pero en ese momento llevaba un mes y un par de semana entrenando".

"Me tuve que encerrar en casa haciendo trabajo físico. Fue tanta la espera que hasta me metí a nadar al mar".

Oliver Elliot

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