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Los Despertares de Marín abre temporada de teatro online en M100

Dirigida por Bosco Cayo, la puesta en escena recuerda la imagen de Gladys Marín, dirigenta chilena del PC y su amplio legado político y social.

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Redacción - La Estrella de Valparaíso

Entre el 4 y el 28 de marzo se presentará, a través de la web Matucana 100, la obra de teatro Los Despertares de Marín. Dirigida por Bosco Cayo, la puesta en escena abre la temporada de teatro 2021 del Centro Cultural y recuerda la imagen de la dirigenta chilena y su legado.

Al respecto, Bosco Cayo señala que "es una obra que nos permite hablar de Gladys Marín en un momento clave de la política donde se cuestiona lo que significa ser un representante. Gladys Marín nos refresca esa mirada y nos hace recordar su política prefeminista o feminista".

Sobre la grabación realizada en M100 y el formato online de la puesta en escena, el director manifiesta que: "Esta no es una pieza audiovisual sino que se recogió el teatro en lo audiovisual. Para nosotros es muy importante hacer esta temporada virtual de la obra porque nos permite seguir difundiendo nuestro trabajo. Creo que el teatro a penas pueda realizarse presencial va a convocar a mucho público".

Interpretada por los actores Verónica Medel, April Gregory, Alejandra Oviedo, Jaime Leiva y Felipe Zepeda, la obra cuenta la historia de una mujer que en pleno delirio cree ser Gladys Marín mientras permanece en el hospital psiquiátrico de la ciudad de Calama.

La cronología de la historia política de la dirigenta se confunde en arterias y nudos del encéfalo de ese cuerpo que no es su cuerpo.

En paralelo, un joven comunista se cuestiona su militancia y la pertinencia de las causas que la sustentan. Mientras crece la alucinación de la mujer, aumenta la esperanza en el joven. En este texto de vuelo poético, se mezclan las referencias a la vida política de la máxima referente de la izquierda en las décadas de los 80 y 90, con discursos imaginarios extraídos de noticias y redes sociales. Este encuentro inesperado en el desértico norte chileno puede salvar el espíritu de un joven que dejó de creer.

Pantalla grande

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por Álvaro Inostroza Bidart

"Pan, amor y…"

Es un privilegio poder ver en Netflix esta cinta, que junto a "El Signo de Venus" (1955), que comenté hace un par de meses, son las dos más famosas del inicio de la carrera del director italiano Dino Risi, uno de los representantes más notorios de la Comedia a la Italiana, junto a Mario Monicelli y Ettore Scola, escuela que se desarrolló principalmente entre las décadas de 1950 y 1970.

"Pan, Amor y…" (1955) fue dirigida y escrita por Risi; y al igual que "El Signo de Venus" hacen reír de buena gana, pero también permite tener un acercamiento a la cultura italiana de mediados del siglo pasado, especialmente a la de la isla de Sorrento, sus gentes, sus costumbres y su dialecto, similar al napolitano.

Risi (1916-2008) fue un prolífico director y sus obras más notables, además de la citadas, son "Una Vida Difícil" (1961), "La Vida Fácil" (1962), "Los Monstruos" (1963), "Erótica, Exótica, Psicopática" (1971), "En Nombre del Pueblo Italiano" (1971), "Sexo Loco" (1973), "Perfume de Mujer" (1974), "Querido Papá" (1979) y "Fantasma de Amor" (1981), cuyas señales de estilo son la crítica social y el humor negro; y una aguda mirada a la realidad cultural y social de su querida Italia.

En "Pan, Amor y…" el protagonista es un coronel de Ejército retirado, Antonio Carotenuto (un magnífico Vittorio de Sica), que encarna al galán maduro y que decide volver a su ciudad de origen, Sorrento, donde se hará cargo de la Policía Municipal; acompañado de su eterna ama de llaves, Caramella (Tina Pica), una verdadera pulga en el oído. Allí lo estará esperando su hermano, el cura del pueblo, Matteo (Mario Carotenuto), otro Pepe Grillo; y la posibilidad de demostrar su irrefrenable caballerosidad y coquetería, con tres mujeres que representan tres tipos muy diferentes.

Primero, la joven y bella Sofía (Sophia Loren), que trae loco a todo el pueblo, especialmente a Nicola (Antonio Cifariello), el típico galán joven; y que también conquista, aunque interesadamente, a Antonio. Segundo, la viuda y católica Violante (Lea Padovani), que sin embargo arde en deseo por el Comandante; y por último, la turista sueca, Erika (Yoka Berrety), curvilínea pero sosa. Así como en "El Signo de Venus" el protagonismo es femenino, aquí lo es masculino; pero de un galán sesentón, que con su experiencia e intuición debe saber ver debajo del agua y tomar decisiones de acuerdo a sus reales posibilidades y aspiraciones.

Sobre la compañía

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Teatro Sin Dominio es una compañía que busca cuestionar la realidad política nacional, poniendo en escena los discursos actuales de los ciudadanos movilizados. Para este objetivo recopilan material a través de los medios de comunicación masivos con el fin de crear ficciones que contengan y reflexionen en torno a las temáticas urgentes que circulan en Chile.