El técnico experto en subir a Segunda que guió a Limache
Ítalo Pinochet instaló al equipo del Marga Marga en la Segunda División Profesional. Antes este DT había logrado el mismo éxito con General Velásquez y Lautaro de Buin. Con los limachinos subió y salió campeón de Tercera.
Claudio Morales S. - La Estrella de Valparaíso
La celebración mayor de Deportes Limache fue cuando logró el ascenso a Segunda División Profesional en la cancha de Provincial Ranco hace dos semanas. Pero el sábado pasado el equipo rojo y negro rubricó su brillante participación en el último torneo de Tercera División, coronándose campeón ante el club de Arturo Vidal, el Rodelindo Román.
Fue un desahogo para el club limachino que regenta la familia Villegas de Quillota. Habían estado a punto de subir a Segunda el 2018 y el 2019, y ahora por fin lo consiguieron. Para lograrlo contaron con un técnico como Ítalo Pinochet, quien ya había celebrado este tipo de ascensos que tanto cuestan con General Velásquez y con Lautaro de Buin.
En el campeonato que culminó hace siete días, eran dos equipos los que subieron a Segunda, por lo que la final era un agregado. Limache y Rodelindo Román estaban ascendidos y solo se disputaron la copa.
Compromiso total
"Buscamos levantar el trofeo, no fue necesario motivar a mis jugadores para la final, solo les dije que el campeón es el que queda en la historia, del que sale segundo después nadie se acuerda. Cuando pase el tiempo y vean quién salió campeón el 2020 en Tercera, verán que fue Limache. Yo he disputado varias finales, he tenido la fortuna de ganarlas, pero también he perdido otras, y después nadie se acuerda del perdedor", asevera el entrenador limachino.
-¿Cuál es el secreto que tiene usted para lograr estos campeonatos con distintos equipos?
-Es muy difícil dirigir en esta categoría, por eso a mí no me gusta mucho decir cuál es la receta, porque es difícil hablar de uno y decir que uno tiene la fórmula para que los títulos salgan. Lo que sí, yo me dedico a esto, trabajo al cien, estoy siempre muy comprometido con los proyectos, el fútbol es lo que amo, es mi pasión, por lo tanto siempre me entrego al máximo y trato de transmitirlo a mis jugadores, que son los que tienen que llevar a cabo lo que uno quiere, al igual que el resto del cuerpo técnico: uno lo que hace es liderar un proyecto, a veces resulta y a veces no.
-¿Es más difícil dirigir en Tercera División que en la B o en Primera?
-Mira, yo solo fui ayudante en Primera, no he tenido la fortuna de ser el uno y dirigir. Yo creo que la diferencia está en las canchas, que muchas veces no son las mejores, igual que los arbitrajes, a veces las condiciones externas dificultan mucho el trabajo. En Tercera es sub 25, por lo tanto estás trabajando con jugadores jóvenes, que varios han tenido tropiezos en el fútbol, algunos han sido jugadores de proyección en sus clubes, han sido seleccionados, y están dando una vuelta larga para ver si se da una nueva oportunidad en el fútbol profesional. Es difícil en Tercera, pero las alegrías son mayores porque siempre tenemos dificultades.
Distintos caminos
-¿Qué recuerda de los otros ascensos que consiguió?
-Fueron distintos uno del otro. Con General Velásquez fue el primer año que estuve en Tercera División, yo había estado en la sub 19 de O'Higgins, y en San Vicente no teníamos nada, no teníamos recursos para contratar jugadores, no había balones, no había cancha. Y fuimos campeones, por eso tengo un gran recuerdo y me dio mucha felicidad esa campaña (2017) con jugadores que confiaron en mí, que los había tenido en O'Higgins la mayoría. Armé ese proyecto, fuimos campeones en un torneo de 32 fechas en que subían los dos primeros. Con Lautaro fue distinto (2018), porque llegué en las últimas seis fechas del torneo y después pudimos terminar la liguilla invictos y salir campeones, pero ese era un proyecto armado que yo solo fui a finalizarlo.
Con Deportes Limache, este DT experto en subir a Segunda vivió las dos formas. El 2019 llegó sobre el final y casi sube, y en el 2020 armó el plantel con César Villegas, el dueño del club, y Pablo Vergnano (asesor). Pensaron en una temporada normal, pero con la pandemia terminaron jugando un torneo corto que ganaron en condición de invictos.