Las cifras oficiales sobre delincuencia, parece que se escapan de la realidad, no hay día sin encerronas, sin portonazos, sin turbazos, sin balaceras, y por desgracia sin muertos y sin heridos, la gente cansada de la delincuencia, se organiza y asume en sus barrios o sectores tareas preventivas, hasta hoy han logrado resultados, liberan su sector, pero la delincuencia se traslada a otros y continúa provocando daños, heridos o muertos a su paso.
Es efectivo que a todos nos compete algo, el estado debe procurar que todos sus ciudadanos vivan seguros, pero realmente se logra ello, creo que no , pareciera ser que la prevención es un mito, y ese mito provoca que cada día haya más víctimas, ahora no contribuye a la percepción de seguridad, que un Juez deje libre a dos autores de Robo con Homicidio, por suerte la sabiduría, profesionalismo y experiencia de Ministros de Corte, revirtieron esa desastrosa resolución y con las mismas leyes, dejaron a los autores de tan fuerte delito donde corresponde, por otra parte, un delincuente fue condenado por homicidio a 15 años de prisión, pero no estaba en prisión preventiva, tenía cautelares incontrolables, y hoy la responsabilidad de ubicarlo es de las policías, y el homicida agradeciendo su inmerecida libertad hoy ya es imposible ubicar y detener.
La seguridad como objetivo, es tarea de todos, los jueces deben resolver con una mirada más amplia y ciudadana, un delincuente libre equivale a N delitos , Carabineros debe enfocarse en la prevención, lograr que su presencia garantice tranquilidad, la PDI profundizar la investigación y ojalá con más facultades , los fiscales deben ser más valientes y profesionales y entender que son expertos en derecho y no en ciencias criminalísticas, los defensores ponerse de vez en cuando en el lugar de las víctimas y defender los derechos de sus defendidos, y no diciendo que son inocentes sabiendo que en su fuero interno, saben que no es así. La justicia es un bien altamente necesario, pero su logro es tarea de múltiples actores y si todos hacen bien su pega, realmente será justicia.
Alberto Contreras