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Vinos de Casablanca siguen de pie pese a las dificultades de la pandemia

Tras un 2020 y un inicio de 2021 complejo para las actividades productivas en general, los viñateros de este valle reconocido mundialmente por sus cepas blancas han buscado opciones para mantener su atractivo frente a los clientes.
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Por Mirian Mondaca | Fotos de Álvaro Camacho

Un suave soplido del viento hace aún más agradable el tibio sol que expande sus rayos en medio de las célebres parras casablanquinas. Es mediados de febrero y, con apenas poner un pie en el lugar, ya es posible advertir su condición de valle de clima frío, que hace de este rincón de Chile, ubicado a un costado de la ruta 68, un verdadero paraíso para la producción de vinos, en especial de cepas blancas.

Caminar en medio de las parras, que tras cada paso exhiben uvas con un sin número de tonalidades, despierta la curiosidad por conocer los detalles del minucioso proceso que hará que el jugo de aquellos mismos frutos termine embotellado en la mesa de restaurantes, hoteles y casas de Chile y el mundo.

El último año ha sido difícil para la industria en general y, claro está, para la vitivinícola, pero acá no se dejan amilanar por las circunstancias actuales como consecuencia de la pandemia y siguen en la búsqueda de opciones para mantenerse en pie.

Al fondo de las parras que reciben a los visitantes, a un costado, una enorme casona asoma y en ella se lee "Veramonte"; precisamente este viñedo abre sus puertas para que descubramos cómo han logrado mantener su producción y ventas pese a la pandemia.

La tarea no es sencilla con Casablanca por largos períodos en fase 2 (Transición) del plan Paso a Paso dispuesto por el Ministerio de Salud para intentar contener los contagios de COVID-19. Recién a contar de este lunes 22 de febrero, a las 05:00 horas, las circunstancias podrían comenzar a dar un respiro cuando la comuna avance a fase 3 (Preparación).

Un mazazo a su historia

A los pies de la Cordillera de la Costa, Viña Veramonte se inauguró a fines de la década de los '80 (1989) en un terreno de más de 2.500 hectáreas y, hoy, con más de 300 tapizadas con parras.

Desde entonces el viñedo comenzó su paulatina expansión en la zona sin mayores obstáculos, hasta que la primera gran pandemia del siglo XXI llegó a cambiar todos los planes en marzo de 2020.

La vendimia es el período del año más importante y esperado por las viñas, y en Chile aquel comienza generalmente a fines de febrero. Precisamente cuando se encontraban en medio de este proceso, en este viñedo tuvieron que reaccionar sobre la marcha y hacer todo lo posible por terminarlo para no poner en peligro la producción del año.

Los inconvenientes que trajo el COVID-19 se iniciaron desde el primer instante, pero los supieron enfrentar.

Entonces, comenta María Angélica Carrasco, coordinadora de Turismo de Viñedos Veramonte, "el año pasado todo Veramonte se paralizó para asegurar que continuara el proceso de vendimia. Las áreas tenían todas sus funciones, pero acá en el área de enología, más producción, lo que hicieron es que empezaron a trabajar jornadas más pequeñas, cosa de hacer que todos vinieran a trabajar, pero no tenerlos a todos en conjunto".

De esa forma se optó, entre otras medidas, implementar un formato en el que los empleados trabajaban tres días, por turnos, así no se acumularon tantas personas en espacios cerrados.

No solo en el duro y minucioso trabajo de la vendimia la pandemia expandió sus nefastas garras, sino que también lo hizo en el ámbito de las visitas guiadas, actividades y ventas en sala. Con el COVID-19 ya instalado en Chile, a mediados de marzo las puertas de la viña cerraron al público y las diferentes restricciones que se fueron sucediendo con el paso de los meses llevaron a que el lugar solo reabriera nuevamente en noviembre de 2020.

No obstante, desde entonces también se han mantenido las limitaciones debido también a los períodos en los que Casablanca ha estado en fase 2 del plan Paso a Paso.

Debido a los meses que se mantuvo cerrada la viña y a la inestabilidad desde noviembre debido a los cambios de fase de la comuna, inevitablemente se perdieron algunos puestos de trabajo. Principalmente el viñedo operaba a través de la adquisición de servicios de terceros y eso se acabó. También ocurrió lo mismo con trabajadores partime. No obstante, se logró mantener prácticamente la totalidad de la planta fija contratados.

Respecto a este duro momento, recuerda Carrasco, "no fue despido inmediato, se fueron tomando medidas para trabajar menos cantidad de horas al principio, como hacer algunas cosas para no hacer una desvinculación inmediata, porque al principio nunca se pensó que esto de la pandemia se iba a extender por tanto tiempo. Fueron decisiones que se iban tomando cada cierto tiempo".

Actualmente la mayor parte de los trabajadores de planta que se mantienen en el lugar desempeña labores en el interior de la casona. Ellos están en la sala de ventas, que está operando de forma habitual y también preparándose para recibir a los grupos reducidos de visitantes que comenzarán a llegar al lugar tras retomarse, de forma paulatina, los recorridos por la viña.

Todo lo anterior, respetando las medidas sanitarias preventivas correspondientes, con dispoción de alcohol gel en distintos puntos del recorrido, uso de mascarilla y aforo limitado, entre otras.

Para mayor información de esto, se puede visitar la página web: www.veramonte.cl, o sus redes sociales: @vinedosveramonte.

Internet, el gran aliado

La pandemia llegó para remecer fuertemente la forma en que nos desenvolvemos cotidianamente y para esta viña no fue la excepción. Antes de la llegada del COVID-19, en el lugar se recibían a cientos de visitantes de Chile y el extranjero. También se hacían catas de vinos con un gran número de participantes.

Con la imposibilidad de hacer aquello, y considerando la baja en los ingresos que aquello significa también, la viña apostó por potenciar el trabajo teniendo como gran aliados el Internet. A modo de ejemplo, comenta Carrasco, "implementamos catas online (...) Se hace la misma actividad, pero sin hacer el tour. Se presenta una cata donde se van entregando tips de lo que van pidiendo, algo preelegido. Hace poco hicimos una actividad de una hora y media y les cobrábamos un valor similar a lo que fuese una visita por la bodega, entonces se van creando productos. Obviamente este ingreso es muy difícil recuperarlo, pero sí puedes potenciar para lograr al menos equipararte a las ventas del año anterior".

Junto con aquellas actividades online, también se tomó la decisión de hacer más fuerte la presencia de la marca a través de su página web y redes sociales. "La decisión que se tomó fue focalizarnos en el canal de venta online (...) Nosotros teníamos bases de datos de gente que compraba habitualmente en la web y del club de vinos, y lo que se hizo fue potenciar esa área".

Gracias a esta ardua labor, las ventas a través de las plataformas digitales subieron en comparación al 2019 y así se comenzó a compensar la caída de los ingresos producto de las visitas guiadas y eventos.

En este afán por mantener una activa presencia en las plataformas digitales y, en particular las redes sociales, el rol de los embajadores de la marca también ha sido un plus. Si bien hace más de un año y medio ya empleaban esta modalidad, durante la pandemia se hizo más notoria su utilidad.

En el caso de Veramonte, rostros famosos a nivel nacional, como la actriz Javiera Díaz de Valdés, la comunicadora Connie Achurra y el chef Ennio Carota son embajadores de la marca. Los representantes de la viña, recalca Carrasco, "son de diferente estilo: algunos de cocina, otros de cultura y arte, fotografía, modelos, porque este vino es transversal. No solo por ser famosa la persona nos representa, tiene que tener una vinculación con la marca. Tenemos de 8 a 10 embajadores".

Transversal

El valle de Casablanca es célebre a nivel mundial por sus vinos de cepas blancas, como el sauvignon blanc o el chardonnay, provenientes de las parras que crecen en este viñedo, pero en Veramonte también se pueden encontrar vinos de cepas tintas. En su sala de ventas es posible hallar además pinot noir, merlot, cabernet sauvignon y carmenere. Estos dos últimos provenientes de las viñas ubicadas en el valle del Maipo y Colchagua, respectivamente. Las botellas tienen una buena relación precio-calidad, con valores que rondan entre los 10 mil pesos y poco más de 140 mil.

De acuerdo al más reciente Reporte de Comercio Exterior del Servicio Nacional de Aduanas las exportaciones del sector vitivinícola nacional a China en enero de 2021 presentaron una variación positiva del 3,5%, comparado con 2020. Estas cifras, sin duda representan un aliciente para los productores nacional y, claro, también para esta viña casablanquina. De hecho, actualmente Asia es su principal mercado en el exterior, seguido por Europa y Estados Unidos.

Con la pandemia sin dar tregua, se vienen días difíciles por delante para mantener la producción vitivinícola en Casablanca y, con eso, su renombre a nivel mundial. La tarea no será para nada sencilla, pero las y los trabajadores de este valle de la Región de Valparaíso asumen con gusto el desafío.

"La vendimia es el período del año más importante y esperado por las viñas, y en Chile aquel comienza generalmente a fines de febrero".