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La portera que crece en Everton

Desde que comenzó a jugar en el colegio Sagrados Corazones que esta joven aficionada al fútbol se puso al arco y no se sacó más los guantes. Hoy está en el primer equipo de las ruleteras y aspira a llegar a la Roja.
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Desde que era pequeña su padre, hincha de Santiago Wanderers, la llevaba al estadio, y desde ahí que despertó el interés por el fútbol en Fernanda Talavera, quien en esos primeros partidos que jugaba en el colegio Sagrados Corazones de Viña del Mar, jugaba adelante y trataba de hacer goles como la mayoría de las niñas.

Pero la casualidad cambió un poco los planes de esta futbolista viñamarina. "Yo no partí jugando de arquera, lo hacía de delantera, en el mediocampo; y un día que había que jugar por el colegio, no había arquera, y dije, ya, yo me pongo al arco, y de ahí nunca más dejé ese puesto. Desde los once años comencé a tener buenas actuaciones por el colegio, me di cuenta que el arco era lo mío: fue como el destino en verdad", dice Fernanda, que no se sacó más los guantes.

Las ambiciones iban más allá que jugar por el colegio, y el siguiente paso fue ir a probar suerte en Everton, "que era el club que estaba aquí en mi ciudad, decidí ir, además que yo conocía a varias niñas que jugaban en el equipo, así que tuve la confianza para ir a mostrar mis condiciones. Me presenté, al profe (Mario Vera) le gustó como jugaba, y me dejó. Quedé integrada a la sub 17 de Everton, aunque yo tenía 14 años en el 2019".

Temporada soñada aquella para Fernanda Talavera, alternando en el pórtico de un equipo que andaba bien, iban terceras, todo hubiera sido ideal de no haber sido por la crisis social que estalló en los últimos meses de ese año y dejó trunca la competencia.

El 2020 empezaba de buena forma para el elenco femenino de Everton, pero la pandemia confinó a las jugadoras, como a todos los deportistas, y en el entrenamiento debió ser virtual, hasta que pudieron volver a la cancha.

"Alcancé a jugar un partido en marzo por la sub 17, y de ahí tuvimos entrenamientos por zoom, fue duro, hasta que en septiembre me llamaron a entrenar en el primer equipo, llegué como tercera arquera, por mi edad y la poca experiencia", detalla Fernanda, quien sin embargo terminó jugando el torneo femenino que se disputó desde noviembre, y ahora proyecta una temporada 2021 bajo los tubos con la casaquilla evertoniana, ya que como dice, "me siento capacitada para asumir los desafíos que vengan, he aprendido de los profes y de las compañeras con más experiencia".

Falta profesionalizar

La portera de Everton ha estado pegada a la pantalla siguiendo a los equipos de Santiago Morning y Universidad de Chile en la Copa Libertadores femenina, y a partir de ahí, cree "el fútbol femenino sí ha tenido un progreso en el país a través de los años. Por ejemplo, ver a las jugadores del Morning, con contrato, jugando Libertadores, ver a la "U" el otro día ganando en la Copa (a Peñarol); eso es algo rescatable, pero sin duda falta todavía, porque están los clubes que mencioné, más Palestino y Colo Colo, pero también están los equipos de provincia, en los cuales sigue faltando más apoyo a su rama femenina, para que podamos tener una competencia con más nivel".

Fernando Talavera cree que el fútbol femenino avanza, y que la profesionalización es un proceso que en el corto o mediano plazo alcanzará a todas las que juegan, más por amor al deporte eso sí por ahora, aunque en el club viñamarino, según dicen, se notan avances.

"En Everton hay un proyecto que busca profesionalizar la rama femenina, pero creo que es como a dos años plazo, ahora no estamos a ese nivel, pero sí puede pasar pronto", espera la portera del elenco oro y cielo, quien también detalla que "en el equipo hay muchas niñas de Viña, pero también vienen otras de Valparaíso, Villa Alemana, Quillota, La Calera, y de otras regiones también. Entrenamos en el complejo del club y ocupamos el gimnasio, las canchas y la sala de vídeos para analizar partidos. El año pasado se implementó un departamento donde se quedan algunas jugadoras, la pensión le llamamos. Durante el torneo pasado se quedaron como cinco niñas, y para este año se piensa hacer lo mismo".

El 2019, justo cuando Fernanda Talavera empezó a jugar en Everton, el Mundial Femenino motivó a muchas niñas a jugar fútbol, más aún con la selección chilena participando. "Me ilusiono con una nominación a la selección, y en mi puesto, viendo la actuación de Tiane Endler en el mundial, o en Europa, es una motivación. Me enfoco en trabajar para eso, es una meta", asevera esta alumna de tercero medio.

También jugar en un equipo con más recursos y fuera del país son las ambiciones de Fernanda, "pero como lo converso con mi mamá, que es mi gran pilar, aunque me vaya a jugar en un club extranjero, siempre estudiar va ser algo que está presente, ya que es muy difícil vivir del fútbol para las mujeres".

"En los clubes de provincia falta más apoyo a las ramas femeninas, para que tengamos una competencia de mejor nivel"

Fernanda Talavera, arquera

Claudio Morales Salinas

La Estrella de Valparaíso