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Volvieron al combate

El equipo de Placilla "Praghen Do" regresó a entrenar en la sede vecinal Luz de Esperanza de la población Invica. Esta vez, lo hacen en "modo COVID-19" con clases adaptadas y sin contacto físico.
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Camila Rojas Vargas

La comuna de Valparaíso se mantiene en Fase 2 que indica un aforo máximo de 5 personas para practicar actividades deportivas en espacios cerrados. Bajo esta condición, dictada en el plan Paso a Paso, el instructor de taekwondo, Jaroslav Brejcha, planeó los criterios para la vuelta al combate, puño y patada del equipo placillano "Praghen Do".

Todo estaba previsto para comenzar durante el verano, pero el retorno se vio impedido por las fumigaciones del sector y en la sede vecinal Luz de Esperanza ubicada en la población Invica, donde se imparten las clases que ahora están totalmente renovadas y adaptadas al "modo COVID-19".

De lunes a viernes, "asisten cuatro alumnos por tandas divididas de seis a siete de la tarde, y luego otro grupo, de siete a ocho. El equipo del lunes y miércoles es el mismo, al igual que el de los martes y jueves, pero no se juntan entre ellos por el aforo", explica el profesor que se vio obligado a distribuir las horas de clase y acortarlas a una hora, lo que provocó que "muchos alumnos todavía no se reintegren, porque estaban acostumbrados a dos horas continuas", pero quedaron los precisos que siempre le han puesto, literalmente, el hombro al combate.

Combate modo Covid

Algunas malas costumbres quedarán totalmente erradicadas entre los 25 taekwondistas desde los 5 a 18 años que componen la academia y que no se volverán a ver entre sí "hasta nuevo aviso", advierte el instructor conocido como "Yero" entre sus alumnos. "A veces se les quedaban las cosas en la casa y se prestaban entre ellos los petos o cabezales y hasta usaban los mismos cascos y canilleras, lo que es totalmente antihigiénico frente al virus, así que vamos a poner mano dura en ese aspecto", cuenta entre risas.

En la práctica, a causa del COVID-19 la escuela entró en un programa de aprendizaje o reforzamiento marcial cuyos movimientos preestablecidos son individuales y permiten mantener una correcta distancia de dos metros durante todo el proceso.

"La ejercitación ocupa aproximadamente la mitad del tiempo de cada clase y luego de aquello recién comienza la práctica marcial, que debo mencionar, esta es la etapa más compleja porque siempre los ejercicios han estado establecidos para ser realizados en parejas o pequeños grupos, algo que ahora ha sido modificado dejando a cada alumno a cargo de la ejecución de su propia tanda de ejercicios", explica Jaroslav, que "como toda clase marcial de taekwondo olímpico", inicia las clases en "modo COVID-19" desde la posición "chumbi".

"Los chicos salen desde esa postura, linealmente hacia delante, ejecutando los bloqueos llamados "makis", luego cambian a "are maki", que es la defensa baja, y más adelante efectúan el "bande" o "ap kubi", que consiste en el uso de la extremidad con el mismo pie de avance y todo en paso largo. Esto se armó para que no crucen la línea de desplazamiento los unos de los otros", explica "Yero".

Solamente durante los descansos y los tiempos determinados para tomar líquidos los alumnos pueden sacarse brevemente la mascarilla que les debe cubrir boca y nariz durante todo el entrenamiento. Además cada uno debe llevar una botella de alcohol gel personal para mantener las manos limpias en la hora de clases.

La Estrella Quillota - Petorca