Deportistas matutinos, calles y playas vacías pero no faltaron los ambulantes en Viña
La autoridad volvió a apostar por controles móviles. En el acceso a Reñaca, carabineros fiscalizó a automovilistas y microbuses. El punto negro fue calle Arlegui.
Las autoridades lo habían anunciado: este fin de semana largo harían todo lo posible para restringir la movilidad, por eso el jueves adelantaron a las 13 horas la implementación de los cordones sanitarios, mientras que ayer se optó por controles móviles - y no en puntos fijos - y por un notorio mayor despliegue de fiscalizaciones en distintos puntos de la ciudad, con foco especial en aquellos que suelen concitar una mayor afluencia de personas como el borde costero y calles comerciales.
Madrugadores
A primera hora de la mañana y como se ha advertido cada vez con mayor frecuencia especialmente en tiempos de pandemia, los amantes del deporte y las actividades al aire libre, aprovecharon la ventana de 3 horas que brinda el plan Paso a paso en fase de cuarentena.
Sin importar que ayer era feriado y que la mañana amaneció nublada, quienes gustan de la vida sana al aire libre se volcaron a las calles ya sea para trotar, andar en bicicleta, salir con los niños o con sus mascotas.
La Av. Perú lo mismo que la recta Las Salinas y el camino costero hacia Reñaca, acapararon el mayor número de deportistas, quienes en su mayoría conservaban la debida distancia aunque no todos utilizando sus mascarillas.
Quienes ya tienen la rutina de salir por las mañanas para hacer deportes valoraron que se les considere un espacio para hacerlo en período de cuarentena, precisando que la actividad física, incluso una simple caminata, les ha permitido sobrellevar de mejor modo el encierro y el estrés que generan día a día las altas cifras de contagio por pandemia.
Penaron las ánimas
Un breve y acotado taco producto de un control sanitario dispuesto por Carabineros en el acceso al balneario de Reñaca - pocos metros antes de llegar a la Parroquia del sector - era advertido con intercambio de luces a quienes viajaban en dirección contraria por lo automovilistas que ayer se dirigían hacia Viña del Mar.
Precisamente luego del acceso a Jardín del Mar, el tránsito se hacía más lento debido al punto de control dispuesto por carabineros.
La medida obligó a los automovilistas y choferes de la locomoción colectiva a exhibir los respectivos permisos de desplazamiento, incluidos los pasajeros.
En las calles, el panorama mostró una escasa y casi nula presencia de transeúntes, luciendo tanto la playa como el paseo costero prácticamente vacíos.
Concón tampoco fue la excepción y parecía más bien ciudad fantasma, con los establecimientos gastronómicos cerrados y ofreciendo, solo algunos, servicio de delivery.
Venta de pescado
Un número mayor de personas se pudo apreciar ayer en el puesto de venta de pescados situado en la Av. Marina, en las cercanías del Mercado Municipal de Viña, hasta donde llegó la clientela para adquirir productos del mar.
A pocos metros, en calle Arlegui, improvisados stands ofrecían pescados, y otros productos del mar.
Los porfiados
Pero si bien en general el comportamiento de la población observado en Viña del Mar fue positivo, con un acatamiento a la cuarentena, no faltaron los porfiados que igual se arriesgaron a salir. Calle Arlegui entre Mercado y Quillota, volvió a ser el punto negro, con alta presencia de transeúntes y comerciantes ambulantes que ofrecían productos del mar, huevitos de chocolate y ropa.
Personal de carabineros motorizado realizó controles aleatorios en el sector.