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Veinte momentos en la vida de Aguirre Cerda

Su relación con Allende y Alessandri, sus vínculos con Gabriela Mistral y las feministas, sus presuntas simpatías por el nazismo y su anécdota con Walt Disney forman parte de la investigación con que dos periodistas buscan relevar la memoria del Mandatario recordado por su lema "Gobernar es educar".
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Por Marcela Küpfer C.

La idea de escribir un libro sobre Pedro Aguirre Cerda nació, como tantas, de una conversación casi casual, en un viaje lejos de Chile, donde los periodistas Gonzalo Valero (1979, Quillota) y Enrique Corvetto (1981, Valdivia) hablaban sobre los grandes presidentes de la historia del país. Y allí, entonces, saltó el nombre de Pedro Aguirre Cerda, figura relevante y recordada de nuestro siglo XX, merecedor de un inamovible respeto y admiración e inscrito en nuestra historia por su lema de campaña, "Gobernar es educar".

De la conversación, el proyecto fue tomando cuerpo con la idea de escribir un libro, ante la falta de literatura disponible sobre Aguirre Cerda para el público común, más allá de historiadores e investigadores, cuenta Valero. Así nació la idea de escribir un libro a dos manos, "Gobernar es educar: historias de Pedro Aguirre Cerda" (Trayecto, 2021), que recoge veinte pasajes y episodios de la vida de este mandatario que gobernó desde diciembre de 1938 hasta el 25 de noviembre de 1941, cuando la tuberculosis cobró su vida e impidió que terminara su mandato.

"Es uno de los principales presidentes de Chile", afirma Valero sobre este hombre que fue político, abogado y educador. Miembro del Partido Radical, inauguró el periodo de los gobiernos radicales en el país y, para los autores, fue el precursor de una mirada más social de las políticas públicas del gobierno, que hasta hoy es fuente de inspiración.

"A Pedro Aguirre Cerda le tocó vivir un periodo muy complejo en el país y también a nivel internacional, cruzado por dos guerras mundiales; en la primera era ministro de Estado y luego fue Presidente durante la segunda", apunta Valero.

Valero rescata la construcción que hizo de sí mismo Pedro Aguirre Cerda, nacido en Pocuro, una pequeña localidad rural de la actual comuna de Calle Larga, en el sector andino de la Región de Valparaíso. "´Él nació en el seno de una familia súper humilde de provincia, se iba en mula al colegio en San Felipe", cuenta Gonzalo Valero.

De allí, cuenta el autor, Aguirre Cerda, contra todo pronóstico, inició un intenso proceso de formación educacional, primero en el Instituto Nacional de Santiago y luego con formación universitaria. "Viajó a París, a Estados Unidos, en tiempos en que los viajes de perfeccionamiento eran para una elite política y económica. Él no estaba en esa elite y sin embargo se fue formando técnicamente con conocimientos muy acuciosos sobre desarrollo industrial y agrícola que después aplicó en el país", relata.

Para Valero, Aguirre Cerda, como líder político del Frente Popular, "logró conducir un programa que se hizo cargo de una serie de complejidades económicas y sociales que vivía Chile producto de la crisis del '29, la crisis del salitre, y construyó un proyecto en que lo importante era el desarrollo industrial, una política habitacional y también el tema sanitario y educacional", indica.

"Continúa siendo una inspiración para los chilenos que creen en la justicia social", dicen los autores en la introducción.

episodios

"Gobernar es educar: historias de Pedro Aguirre Cerda" no es una biografía exhaustiva del Presidente, sino más bien una selección de pasajes, historias y momentos de su vida, vistos hoy a la luz de una investigación histórica y periodística. Es, en rigor, una serie de veinte crónicas que describen al mandatario en distintas dimensiones.

Así, por ejemplo, se visita su relación con el Salvador Allende, quien fue su joven ministro de Salud, entre 1939 y 1942, lo que permitió al futuro Mandatario de la Unidad Popular empaparse con la filosofía social de Aguirre Cerda y conocer también la terrible realidad sanitaria del país.

También resaltan sus autores su estrecha relación con los grupos feministas de la primera década del siglo XX, constituidos entonces en movimientos cívicos y partidos políticos que luchaban por la reivindicación de derechos políticos de las mujeres y, en particular, por el derecho a sufragio universal femenino, cuya tramitación se inició en su gobierno, aunque fue aprobado finalmente bajo el mandato de González Videla.

Otros pasajes interesantes revelan sus vínculos con la iglesia católica, a pesar de que Aguirre Cerda era laico y masón. Estos estaban influenciados sobre todo por su devota esposa Juana Aguirre Luco. La relación amorosa entre ambos, cuenta Valero, era un improbable para la época, debido a los contrapuestos orígenes de Aguirre Cerda, un joven de escasos recursos de provincia, y Juanita, perteneciente a una connotada y poderosa familia del país.

La intentona golpista en contra de Aguirre Cerda (el "Ariostazo"); su particular relación con Jorge Alessandri, "El León de Tarapacá"; sus aparentes simpatías por el nazismo -algo que ha sido planteado por historiadores, especialmente a partir de su polémico programa de Defensa de la Raza y Aprovechamiento de las Horas Libres; su estrecha relación con Gabriela Mistral; y la dura oposición que encontró entre los sectores opositores, que habitualmente lo denostaban en la prensa con burlescas caricaturas y el apodo de "Don Tinto", también forman parte de esta colección de relatos, donde incluso hay cabida para la anécdota, como aquella visita de Walt Disney a Chile donde, inspirado en la personalidad y el característico bigote del Presidente, el norteamericano habría creado su caricatura del avión Pedro.

El libro incluye además un valioso anexo fotográfico con imágenes de la vida del Presidente, sus paseos al cerro Castillo junto a su esposa Juanita y su apoteósico funeral, entre otras.