J.P.O.

Dejó a todos expectantes el fin de temporada y parece que la siguiente viene en el mismo tenor. Así lo dio a entender el trailer de la segunda entrega de "¿Quién mató a Sara?" que sorprendió a todos mostrando a una protagonista bastante más oscura de lo que se creía. Incluso su guionista, el chileno José Ignacio "Chascas" Valenzuela, adelantó que está preparado para una tercera.

El creador de la exitosa serie, que de hecho fue catalogada como la más vista en el mundo de habla no inglesa, compartió el video en sus redes sociales, el que describió como un "muy Netflix".

Además, durante la noche del lunes, a través de una transmisión en vivo por Facebook, Valenzuela afirmó que "nunca sabes cuántas temporadas va a tener una serie cuando te pones a escribirla", pero que en su caso personal "juego con que tendrán tres temporadas y me aseguro de contar con el material suficiente para no quedarme a mitad de camino".

Sin embargo, el escritor destacó también que "eso no significa que la serie va a tener tres temporadas, pero yo tengo material suficiente", explicando que todo dependerá del éxito que logre tener la nueva entrega y de la decisión de la plataforma.

Secretos a la luz

En el trailer se puede ver que poco a poco se revelarán los secretos tras el asesinato de Sara, la hermana de Alejandro Guzmán, quien busca venganza a como dé lugar.

Sin embargo, el misterio tras esa muerte va a ser mucho más oscuro y diferente a lo que se ha mostrado hasta ahora debido a que se sabrá un poco más acerca de la verdadera personalidad de Sara.

Si bien se veía venir desde el final de la primera temporada, en el avance se ahonda en su personalidad agresiva, tanto con otros como con ella misma, sin contar el detalle de que tenía un cadáver escondido en su patio. De igual forma, Marifer, la amiga de Sara, comenta que la amistad no acabó del todo bien.

Entre alianzas sorpresivas y un secuestro en el final del trailer, el drama y los misterios parecieran no tener fin para la nueva entrega.

Un juez de Los Angeles (EE.UU.) determinó que las compañías fundadas por Michael Jackson no tienen responsabilidad de proteger a los menores que acusaron al cantante de abuso sexual y tampoco deberán responder legalmente a estas denuncias.

La demanda fue presentada en 2013 por Wade Ronson, una de las presuntas víctimas que aparecieron en el documental "Leaving Neverland" y que acusó a las empresas MJJ Productions y MJJ Ventures de facilitar a Jackson el acceso a niños para abusar de ellos.

El juez de la Corte Superior de Los Angeles determinó que estas compañías no tenían la capacidad de controlar a Jackson puesto que él fue su propietario hasta que murió en 2009.

La demanda fue desestimada el mismo año que se presentó, pero volvió a los juzgados después de que en 2020 el estado de California aprobara una nueva ley contra los abusos sexuales a menores. El abogado de Robson, Vince Finaldi, anunció que apelará la decisión.

"Si la dejáramos pasar, sentaría un precedente peligroso que dejaría a miles de niños que trabajan en la industria del entretenimiento vulnerables al abuso sexual por parte de personas en lugares de poder ", aseguró en un comunicado publicado por la revista Variety.

Otra de las supuestas víctimas que aparecen en el documental, James Safechuck, también presentó una demanda similar que actualmente está recurrida tras ser desestimada.

La cantante y artista plástica Mon Laferte será parte de la exposición "Art in mind" en un museo de Londres en Inglaterra. El anuncio lo dio a conocer la voz de "Biutiful" a través de Twitter, donde afirmó que "estoy muy emocionada", debido a que será su primera vez exponiendo en tierra europea. Una de las obras de Laferte fue elegida para protagonizar el afiche promocional del evento. La exhibición se realizará en The Brick Lane Gallery y se podrá ver de manera presencial desde hoy hasta el 9 de mayo. En los últimos años la voz de "La Mujer" se ha dedicado a la pintura y ha tenido exposiciones en México y Chile.

La gala de los Oscar fue seguida en directo por 10,4 millones de espectadores en Estados Unidos, el peor registro de su historia y muy por debajo de los más de 23 millones que conectaron con la ceremonia el año pasado.

Los datos de audiencia se confirmaron ayer y mejoraron las previsiones de la consultora Nielsen, que en un informe preliminar había estimado 9 millones de espectadores, pero suponen una bajada de más del 55 % respecto a la última edición, que fue la menos seguida hasta este año.

El declive de audiencia de los Oscar coincide con los malos resultados obtenidos por el resto de entregas de premios durante la pandemia: los Grammy cayeron el 51 % y los Globos de Oro más del 62 %.