Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso

Mario Catalán es trabajador social, académico de la Universidad Viña del Mar (UVM) y coordinador del programa universitario CEPS, espacio gratuito que articula las prácticas profesionales con las necesidades de la comunidad regional y es, quizás, el mejor ejemplo para visibilizar el trabajo que han tenido que asumir los trabajadores sociales en tiempos de pandemia.

Y si bien sus roles se han tenido que multiplicar, los profesionales han asumido el desafío y no han cesado de ejercer su labor, incluso en los momentos más complejos de esta crisis sanitaria.

Han hecho de todo, nos cuenta el coordinador: desde guiar a las comunidades para conseguir ayuda social, hasta enseñarles a usar internet y sus distintas plataformas. "El rol ha tenido que ser bastante flexible", revela el académico UVM.

"Para nosotros la presencialidad y el contacto directo es algo primordial, la interacción cara a cara, por lo tanto, esta pandemia nos vino a interpelar las formas en cuáles trabajar. Somos bastantes tradicionales en nuestro ejercicio profesional, donde no siempre utilizamos herramientas tecnológicas. De esta manera, la pandemia nos desafía, haciéndonos buscar herramientas, estrategias y sobre todo, a adaptarnos al contexto porque además, no solo son nuestras propias condiciones, sino que están las propias condiciones de las personas, mayoritariamente en situación de vulnerabilidad, de precariedad económica y que no siempre tienen acceso a la conexión", nos cuenta el profesional.

Conexión

Junto a esto, uno de los principales desafíos se relaciona directamente con el internet. Para mantener el contacto con las personas, debieron enseñarles a utilizar plataformas virtuales.

"Hemos generado atenciones de forma remota, desde los teléfonos y con las prácticas, donde existe un convenio con la unión comunal de la junta de vecinos de Viña del Mar, lo que nos ha permitido insertar alumnos con juntas de vecinos, hay otro desafío, porque una característica de estas juntas en general, es que la componen adultos mayores, por lo que el acercamiento a la tecnología tampoco es fácil. Hicimos una capacitación de uso, les instalamos los programas, para que pudiéramos mantener contacto con los dirigentes", devela el trabajador social.

De todo un poco

Pero capacitar y cooperar en las plataformas no ha sido su único rol.

Informes, tramitaciones y solicitudes también forman parte de la lista.

"Nuestro fuerte, desde el año pasado, ha sido la elaboración de informes sociales, ya sea para tramitación de causa en el tribunal, en otro caso tuvimos la oportunidad de colaborar con algunos habitantes de Chorrillos que poseen una precariedad económica, a hacerles solicitudes de bienes y servicios básicos a la municipalidad y a la intendencia. El rol que se ha generado desde el trabajo social en este último tiempo es responder a la urgencia, sobre todo, por las condiciones económicas de la población en general", nos señala Mario.