Francisca Palma Schiller - La Estrella de Valparaíso

Bajo el nombre de "La Última Cena", el sector gastronómico y turístico de Viña del Mar, junto a la Cámara de Comercio y Turismo, la organización del rubro en Boulevard San Martín y Barrio Poniente, convocaron el pasado sábado a una manifestación en el centro de la comuna, para demostrar su molestia con las autoridades por la poca preocupación y apoyo a la industria en esta pandemia.

Así, bajo consignas "quiebra, agonía y soledad", los representantes del área solicitaron a las autoridades mayor apoyo y por sobre todo, mayor flexibilidad en las medidas sanitarias para lograr el funcionamiento del sector en cuarentena.

Al respecto, el presidente de la Asociación Gastronómica y Cultural del Barrio Poniente, Javier Álvarez, aseguró que más de 40 locatarios se unieron al llamado y por otro lado, explicó el objetivo de la manifestación. "Estamos pidiendo que se reestructure la Fase 1, que se nos permita trabajar", destacó.

"Estamos haciendo un llamado a las autoridades de manera desesperada, ya que con las decisiones que se han tomado, nos ha afectado mucho al rubro y en general, a todo el comercio viñamariño. Las cifras que entrega la Cámara de Comercio son que ya se han perdido 5 mil puestos de trabajo hasta el día de hoy y han cerrado sus puertas más de mil comercios y esto se acrecienta cada día", indica Javier Álvarez.

"no han hecho bien la pega"

Por otro lado, el representante junto a sus colegas, aseguran que el rubro gastronómico ha respetado cada una de las medidas y que además, no han sido focos de contagio.

"Desde el comienzo de la pandemia nuestro rubro ha demostrado el compromiso que tiene para enfrentarla. Hemos aplicado los protocolos sanitarios en nuestros locales, por lo que hemos gastado tiempo y recursos, nuestros trabajadores se han capacitado y después, nos cierran, siendo que cumplimos con todas las normas y no hemos sido puntos de contagio", señala el presidente de la Asociación de Barrio Poniente.

Por último, precisó que, "estamos convencidos que son las autoridades las que no han hecho bien la pega y esto se puede ver en el transporte público, en las entidades estatales donde hay aglomeraciones de gente, se les permite abrir a los centros comerciales, a los malls, sin un conteo de las personas que van, entonces nosotros estamos claros de que esos son los puntos de contagios. Nos hemos visto castigados como rubro".

En medio de un año académico incierto, en que las clases siguen con un sistema online o híbrido y es difícil hacer proyecciones, no son pocos quienes advierten que es mejor saltarse la prueba Simce 2021. Hace pocos días un grupo de diputados de Oposición presentó un proyecto en este sentido -que apoya el Colegio de Profesores- y varios especialistas opinan de la misma manera.

Entre ellas figura Aurora Videla, jefa del Área Creativa de Contenidos de la Editorial Ziemax, quien destacó que "el problema de fondo no es la prueba Simce, ésta tiene que aplicarse, porque el Mineduc necesita saber en términos globales cómo están los estudiantes del país para tomar decisiones.

Sin embargo, la experta advierte que hay que evaluar, "cuál es la motivación que lleva al ministerio a tomar la prueba, es sólo para saber acerca de los aprendizajes, porque si es así, como consecuencia de eso debieran tomarse decisiones que tengan impacto real en la mejora del establecimiento, como incluir el perfeccionamiento docente, la estabilidad laboral de los profesores y considerar las condiciones en las que los niños y niñas están aprendiendo".

En ese sentido Videla destacó que "no se debería tomar la prueba Simce este año, debido a lo irregular que han sido tanto el 2020 como 2021, tenemos colegios que están funcionando a full con sus sistema online y otros colegios que con suerte los profesores logran que los alumnos reciban guías una vez a la semana. Hay mucha desigualdad y es evidente que el Simce va a arrojar esa desigualdad y hay que preguntarse: ¿valdrá la pena tomarlo ahora?".