Secciones

[tendencias]

Expertos derriban los mitos de la terapia de reemplazo hormonal

Cuando los sofocos y cambios de ánimo comienzan, las mujeres en el climaterio evalúan esta opción.
E-mail Compartir

Natividad Espinoza R.

El ciclo hormonal femenino comienza su declive durante el climaterio, que es el período anterior y posterior a la menopausia. Es en esa etapa que las mujeres empiezan a presentar incomodidades físicas y psicológicas, tales como bochornos, calores intensos, cambios de ánimo e incluso alteraciones del sueño, además de la pérdida de características típicas del aspecto femenino.

"Es como si el organismo sufriera un 'reajuste violento', similar al síndrome de abstinencia, al dejar de producir la hormona que ayuda, precisamente, a regular estas funciones", explicó el químico farmacéutico del laboratorio Gedeon Richter, Jorge García.

A fin de evitar que se presenten estos cambios ligados a la supresión hormonal, o bien aminorar sus efectos, gran cantidad de mujeres optan por la terapia de reemplazo hormonal para mantener su calidad de vida. Sin embargo, hay quienes temen a hacerlo debido a los extendidos mitos que existen en torno a la misma.

Entre los más comunes se encuentra que el consumo de hormonas durante el climaterio puede producir efectos adversos tan graves como, por ejemplo, facilitar el desarrollo de cáncer.

"La terapia de reemplazo hormonal no tiene como efecto secundario el cáncer, sino al contrario: los pacientes con cáncer hormono-dependientes (como cáncer de cuello uterino o de mamas) no pueden recibir este tratamiento", sostuvo García.

Es más, de acuerdo con la matrona egresada de la Universidad de Concepción, Silvia Rojas, "el año pasado un análisis a gran escala concluyó que el uso de terapia de reemplazo hormonal (TRH) no aumenta el riesgo de cáncer en sobrevivientes de cáncer de mama y, además, la misma trae consigo una baja de la mortalidad por todas las causas".

Asimismo, el químico farmacéutico hizo hincapié en que "la falta de estrógenos (que se corrige con la TRH) es un factor importante de riesgos, ya que sin estas hormonas circulando por el organismo hay un aumento en la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares (ACV) después de los 50 años, además de traer mayores riesgos de padecer osteoporosis y demencia".

Otro de los grandes mitos con respecto a la TRH es que puede provocar males cardiovasculares como la trombosis. Sobre esto, Rojas dijo que "si una mujer ha tenido una enfermedad vascular con anterioridad tiene prohibido consumir estrógenos debido a que estas hormonas son pro coagulantes y, por ende, pueden producir una trombosis. No obstante, esto no significa que quienes no han tenido patologías de este tipo aumenten el riesgo de desarrollarlas por consumir la hormona".

¿trh para siempre?

Además de los mitos existen varias dudas sobre la TRH y una muy común es si ésta se puede administrar de por vida. Pues la respuesta de la matrona es que su uso tiene que ser controlado por un profesional y que si un experto determina que en un punto los contras pueden superar a los pros en lo que respecta a la salud de la paciente, hay que suspenderla.

La TRH viene en diferentes formatos, como comprimidos orales, parches y hasta pulverizadores transdérmicos. "El estradiol es el compuesto activo y se administra con dos dosis diarias sobre la piel en zonas de fácil absorción, como la cara interior del brazo entre el codo y la muñeca", detalló García.

intima

E-mail Compartir

Consentimiento sexual y sus principales características

El consentimiento es un acuerdo entre dos o más personas para participar en cualquier tipo de práctica sexual. Este permite comprender y respetar los límites del otro.

El consentimiento tiene las siguientes características:

Se da libremente. Consentir es una opción que tomas sin presión, sin manipulación, amenazas y sin la influencia de las drogas o el alcohol. El dar consentimiento para una actividad una vez, no significa que se esté dando consentimiento para actividades futuras.

Es entusiasta. Cuando se trata de sexo, es fundamental hacer lo que se DESEA hacer, no lo que otras personas desean que tú hagas. Puedes estar de acuerdo explícitamente a realizar ciertas actividades, y puedes manifestarlo por ejemplo diciendo "sí" o con otra declaración afirmativa como "estoy dispuesta(o) a intentarlo".

Para recibir consentimiento se pueden hacer preguntas como: "¿Estás bien?","¿Te gusta?", "¿Te puedo tocar aquí?", "¿Está bien esto?". Si la respuesta es no, silencio, neutral o cualquier cosa que no sea un "sí", hay que parar de inmediato.

Es específico. Decir que sí a algo (como ir a besarse al dormitorio) no significa que aceptes hacer otras cosas (como tener sexo oral). Como regla general; en caso de duda, pregunta. Si sigues dudando, detente.

Se brinda estando informado. Solo puedes consentir algo si tienes toda la información al respecto. Por ejemplo, si alguien dice que usará un condón y luego no lo hace, no hubo consentimiento total.

Es reversible. Todos pueden cambiar de parecer sobre lo que desean hacer, en cualquier momento. Incluso si ya lo hicieron antes y ambos están desnudos en la cama. Eres libre de interrumpir o detenerte en cualquier momento y revocar tu consentimiento.

El consentimiento no se trata de firmar un contrato o una nueva constitución. Es cuestión de comunicación y de asegurarse de que todas las actividades sexuales se hacen con consentimiento mutuo. Es importante que desmitifiquemos la incomodidad que generaría hablar de consentimiento. La asertividad, el respeto y la empatía, son fundamentales en relación al consentimiento y en términos generales, para tener una vida sexual más placentera y satisfactoria.

Rodrigo Jarpa / @rodrigojarpa, Magíster en Psicología Clínica y doctor en Sexualidad Humana.