Lucas Suárez Torres

A pesar de que la práctica constante del deporte amateur se encuentra detenido producto de la pandemia, esto no ha sido impedimento para que se continúe avanzando en la búsqueda de espacios para el desarrollo de la actividad deportiva. Es así como el Club Tarapacá, del sector de Villa Dulce de Viña del Mar, ya puede decir que cuenta oficialmente con un nuevo terreno para albergar sus partidos.

Se trata de una cancha de tierra, en un terreno de unos 13.000 metros cuadrados, que recibió en comodato desde la Seremi de Bienes Nacional, algo que beneficiará no solo a las distintas ramas del club, entre juveniles, adultos, femenina y senior.

El terreno, ubicado entre el paradero 6 ½ y 7 de Villa Dulce, estuvo por años sin uso, sufriendo el deterioro y posterior abandono. Hace algún tiempo, por parte del propio club, iniciaron la gestión para poder recuperar el espacio.

"Es un proyecto de larga data. Hace unos siete años que reactivamos el club con todos los requisitos, y uno de los anhelos era poder recuperar esa cancha y desarrollar el comodato para aplicar un proyecto de infraestructura. Es un aporte para nosotros y para la comunidad" expresa Carlos Berríos, presidente de la institución.

Cancha para todos

La larga gestión, entre la que participaron miembros del club, de la Asociación de fútbol viñamarina y políticos de la zona, viene a aportar no solo a esta organización, ya que se abre un nuevo espacio para el fútbol amateur viñamarino, que hoy es integrado por 17 clubes y que justamente anhelaban poder contar con más canchas, ya que la disponibilidad de recintos hasta el momento era muy limitada en comparación con la cantidad de clubes y divisiones.

"En la asociación tenemos canchas que debemos arrendar o usar las canchas municipales como Sausalito 2. Tener este nuevo terreno a disposición es un aliciente para cuando podamos volver a jugar", recalcó el timonel del Tarapacá.

"Hace unos siete años que reactivamos el club y uno de los anhelos era poder recuperar esa cancha".

Carlos Berríos

La taekwondista Fernanda Aguirre, estudiante de la carrera de Entrenador Deportivo de la Universidad Viña del Mar, es una de las representantes de nuestra región que ya tiene sus boletos asegurados para los Juegos Olímpicos de Tokio.

La oriunda de Forestal no ha detenido su preparación a pesar de la pandemia, y en ese sentido, recalcó que "estoy muy feliz de poder entrenar en casa, la UVM que me ha dado todas las posibilidades para entrenar en el campus Rodelillo y junto con eso poder seguir respondiendo académicamente con mis ramos. Esto es un sueño, porque el disponer del complejo deportivo de la universidad para mis entrenamientos hizo que pudiera contar con las mismas condiciones que existen en Santiago, pero con la diferencia que son exclusivamente para ti, por lo que estoy muy agradecida y dejaré todo en el tatami para conseguir una medalla".

La deportista, que pertenece al programa Promesas Chile (nivel avanzado), y que consiguió medalla de bronce en los pasados Juegos Panamericanos de Lima, no había podido participar en competencias internacionales, eso al menos hasta ahora, ya que del 2 al 4 de junio se celebrará un panamericano de la especialidad y posteriormente se llevará a acabo el México Open (del 5 al 7 del mismo mes), instancia en la que la chilena busca subirse al podio.

"Fernanda debe tener competencias previas como lo están haciendo las representantes de otros países, por lo que participará de un panamericano específico de la disciplina y un open, ambos próximos a realizarse en México, siendo esto lo único que se ha hecho en materia de taekwondo para la región (América) previo a los olímpicos de Tokio, lo que se transforma en una antesala importante", sostuvo su entrenador José Zapata.

23 de julio al 8 de agosto será cuando se desarrolle la cita de los cinco anillos que fue aplazada el año pasado.