Les llueve sobremojado a los caturros, puesto que la derrota del clásico no fue la única mala noticia que recibieron ayer. La Gobernación de Valparaíso denunció al equipo porteño, por infracciones de los protocolos sanitarios. Específicamente, se acusa que los jugadores hicieron una parada en el camino al estadio para compartir con los hinchas, acción que no está permitida. "Como Gobernación Provincial lamentamos las faltas que se habrían cometido al protocolo acordado en reuniones previas, en las que estuvo la institución porteña, y que lamentablemente generado desórdenes y riesgos sanitarios previo a la disputa del encuentro deportivo", señalaron.

Para nadie era un misterio que el entrenador de Everton, Roberto Sensini, enfrentaba una nueva versión del clásico porteño tras pasar por un muy duro momento.

Las redes sociales del club Viñamarino informaron el miércoles sobre el sensible fallecimiento de Ida Enriqueta Ferri, la progenitora del estratega argentino. Posteriormente, se confirmó que el D.T. evertoniano sí se iba a presentar en el estadio Sausalito para dirigir a sus jugadores, gesto que causó diversos elogios hacia su persona, por su entrega y profesionalismo de cara a un partido tan importante

El día de ayer, tanto Sensini como los jugadores evertonianos, portaron un brazalete con la insignia evertoniana, de color negro, con la leyenda "Gracias Vieja", a modo de respaldo al momento que vivió el adiestrador argentino. Otra muestra de aquello fue la disposición de los jugadores al momento de confirmarse el gol de Menéndez, quienes corrieron a abrazar al D.T.

Pese a que la comuna de Valparaíso está en Fase 2, lo cual restringe la circulación de personas durante los fines de semana, la hinchada wanderina no quiso dejar atrás la oportunidad para replicar una vieja tradición de los clásicos: los banderazos.

Pocas horas antes del inicio del cotejo en el estadio Sausalito de Viña del Mar, en el plan de Valparaíso se vieron decenas de hinchas wanderinos con camisetas y banderas, para dar aliento al equipo en la antesala de un nuevo clásico.

Uno de los puntos de reunión fue en Pedro Montt, a la altura del Parque Italia, donde no se vivieron mayores desórdenes. Otro lugar de encuentro para la hinchada wanderina fue en la Avenida España, en las cercanías de la Calera Portales, donde el tránsito se vio entorpecido por algunos minutos.

Además, una caravana de hinchas llegó hasta Viña del Mar, acercándose al estadio viñamarino, lugar donde un piquete de carabineros evitó el avance de los barristas, acción que derivó en enfrentamientos entre ambos. Dentro de este contexto, el equipo porteño recibió una querella (ver nota principal).