Dos auspiciadores grandes se bajaron del certamen
Mastercard, histórico partner desde 1992, y la empresa brasileña Ambev, que considera a las cervezas Brahma y Guaraná, no pondrán sus marcas.
Nicolás Labra G.
La Conmebol sufre otro imprevisto en su tortuoso camino para que la Copa América se termine jugando. Tras elegir a Brasil como sede después de las bajadas de Colombia y Brasil, y tener el amago de abandono del plantel brasileño que al final solo quedó en una carta expresando su molestia por las formas en que se decidió la localía, ahora se sumó la baja de dos de los auspiciadores más importantes para la Confederación.
Se trata de Mastercard, auspiciador del torneo desde 1992, y a la que se sumó después la empresa brasileña Ambev, que es la filial de ese país de la multinacional belga AB InBev, dedicada a la fabricación de cervezas. En el caso brasileño, la baja tiene que ver con las marcas Guaraná y Brahma. En Chile la marca belga posee los bebestibles Corona, Budweiser, Stella Artois, Becker y Pilsen del Sur, conocida recientemente en el mercado por convertirse en el principal sponsor de Colo Colo.
En el caso de la primera empresa, indicaron a la Agencia EFE que "después de un análisis criterioso, decidimos no activar nuestro patrocinio a la Copa América en Brasil". Eso sí, eso no significa romper el contrato con la Confederación, pero sí restarse particularmente de su patrocinio en esta edición, marcada por las fuertes críticas debido a la situación sanitaria que vive Brasil, con 17 millones de contagios y más de 475.000 fallecidos, con un promedio de 60 mil contagios en la última semana.
La empresa cervecera, por su parte, detalló en un comunicado que "Ambev informa que sus marcas no estarán presentes en la Copa América. La compañía sigue con su compromiso y apoyo al fútbol brasileño". No hay un detalle de cuál es el costo monetario que sufrirá la Conmebol por la no aparición de esas marcas.
A la situación actual se le suma lo que hoy debe empezar a discutir la Corte Suprema de ese país, que analizará la viabilidad de los recursos presentados que buscan suspender la realización del torneo debido a la situación sanitaria, que tiene al borde del colapso las unidades de salud en varias de las ciudades, entre ellas las que serán sedes: Río de Janeiro, Brasilia, Cuiabá y Goiania.