Erika Rojas Salazar

A comienzos de junio la familia de Margarita Núñez no pudo darle su último adiós, pues cuando la funeraria encargada fue a retirar su cuerpo, personal del hospital San Camilo de San Felipe habría confundido dos cadáveres entregando a otra familia los restos de Margarita. Pero ahora en menos de 10 días nuevamente un error de la misma unidad hospitalaria deja con pena, rabia e indignación a otro grupo familiar de San Felipe.

El lunes pasado murió en el hospital San Camilo Rosa Gallardo de 82 años, su familia la estaba velando en su hogar, sin embargo en medio de esta situación la difunta fue retirada abruptamente, pues un llamado desde el hospital alertó a la familia que doña Rosa había resultado positiva para el último PCR que se le practicó antes de morir, por lo tanto se debía proceder a enterrarla de inmediato bajo el protocolo COVID. Hasta ese momento el certificado de defunción indicaba que la mujer de la tercera edad había dejado de existir por una insuficiencia respiratoria.

TEstIMONIO

El periódico local El Trabajo conversó con un nieto de Rosa Gallardo.

"Nos instalamos con la pompa fúnebre, no habrá pasado una hora más o menos cuando nos llaman del hospital. Llaman a mi cuñado del hospital que dejen todo ahí, que no hagan ingreso de ninguna persona, que todos afuera, porque mi abuela había salido positivo de COVID-19", explicó Francisco Delgado, quien explicó que "en la tarde del martes llega a la funeraria a buscar a mi abuela, la metieron en un nicho provisional y este nos permitieron sepultarla, pero sin la dignidad que ella se merecía".

Pcr pendiente

El Hospital San Camilo, junto con lamentar la situación generada, informó sobre el caso que "se trata de una paciente que ingresó por una patología diferente del coronavirus, por lo que permaneció en unidades no COVID-19 durante su hospitalización, presentando el día 07 de junio síntomas compatibles con esta enfermedad, por lo que se le tomó el examen PCR correspondiente. Lamentablemente, la paciente falleció horas más tarde, procediéndose a entregar el cuerpo a los familiares con resultado pendiente, dado que el fallecimiento estaba asociado a su cuadro de base inicial. Una vez obtenido el resultado positivo se debió informar inmediatamente a la familia y a la Seremi de Salud, que es la encargada de la vigilancia de casos fuera del establecimiento, debiendo adoptar las medidas correspondientes pese a lo ingrato de esta situación, con la finalidad de evitar mayores contagios", dice el comunicado. Desde la Seremi de la Salud no quisieron referirse al caso, indicando que es el hospital y los servicios de salud los encargados de responder a los familiares.

Totalmente desalmado fue el actuar de un sujeto en La Cruz que protagonizó un salvaje episodio de violencia intrafamiliar, donde agredió a su conviviente y a su hijo, un bebé de dos meses de edad.

El hecho ocurrió durante la mañana de ayer en la comuna de La Cruz, específicamente en el condominio Campanario. Los funcionarios policiales recibieron el llamado a través de un comunicado radial de Cenco, donde se informaba que una joven de 26 años había sido víctima de violencia intrafamiliar por parte de su pareja, un hombre de 33 años. El sujeto, según relató la víctima, la agredió físicamente y además maltrató a la pequeña bebé de ambos, de tan solo dos meses de edad.

Tras la llegada de los carabineros, tanto la madre como la lactante fueron trasladadas hasta el hospital San Martín de Quillota para la constatación de lesiones. En tanto, el hombre después de su actuar huyó de la casa con dirección a la comuna de La Calera, iniciándose una búsqueda para dar con su paradero, la que fue infructuosa.

Detenido

Finalmente, el imputado llegó por sus propios medios a la comisaría de esa comuna, confesando el hecho y quedando detenido por el delito de parricidio frustrado en contexto de violencia intrafamiliar. La lactante se encuentra con lesiones graves debido a su fragilidad, pero sin riesgo vital. Por instrucción del fiscal, el individuo pasará a control de detención.

"A raíz de una discusión familiar, el conviviente agrede a la madre de una lactante de dos meses, el cual a raíz de esta discusión toma a esta lactante y la lanza desde la cama, conforme a la declaración de la víctima, lanza a la lactante hacia el suelo", explicó el mayor Misael Olivares, jefe de la Cuarta Comisaría de Quillota.

Respecto del estado de salud de la bebé, se informó que esta se mantiene consciente, con lesiones atribuibles a la denuncia, pero sin riesgo vital.

33 años de edad tiene el presunto autor de este delito de parricidio frustrado.