N.L.G.

Basta solo un gesto de una súper figura mundial para derrumbar cualquier valoración de marca, y en esta ocasión el hecho corrió por cuenta de Cristiano Ronaldo. Fue menos de un minuto el tiempo que pasó el lunes entre que el portugués entró a la sala de prensa en Budapest, para hablar en la previa del encuentro que ayer ganó 3-0 Portugal a Hungría en su debut en la Eurocopa, hasta que hizo el gesto que se convirtió en viral instantáneo.

CR7 se sentó, miró primero las dos botellas de Coca Cola al lado del micrófono, después miró al encargado de prensa, las tomó con su mano derecha y las sacó del enfoque de la cámara con su mano izquierda. Acto seguido, tomó una botella de agua mineral sin etiqueta, la levantó y dijo "agua, ¿Coca Cola?", en un gesto que dio a entender que él no consume ese tipo de bebidas, algo que hace años ha dejado en claro, medida que también practica con los hábitos alimenticios de sus hijos.

El efecto de esos 25 segundos, en que Ronaldo incluso sonrió, no se sabe si fue de nervios o de simple gracia por lo que acababa de hacer, impactó de lleno a la marca, que vio como la tarde del lunes y durante la jornada de ayer sufría en el índice bursátil de Wall Street. En resumen, el gesto del crack de la Juventus les hizo perder casi cuatro mil millones de dólares en el valor de la empresa.

Si el viernes su valor total era de 242.144 millones de dólares, ayer alcanzó los 238.651 millones. La acción unitaria pasó de 56,16 dólares a un cierre cercano ayer de 55,35 dólares.

Coca Cola, auspiciador de la Eurocopa, no se ha referido públicamente al tema y tampoco lo hizo Ronaldo, quien sí respondió en la cancha con lo que mejor sabe hacer: anotó dos goles en el triunfo luso en Budapest, tras el tanto inicial de Raphael Guerreiro, recién al 84'. En los últimos cinco minutos, el delantero finiquitó con un penal y un zurdazo ante 60 mil espectadores, en uno de los primeros partidos a estadio lleno durante la pandemia.

En Múnich, y por el Grupo F, calificado como el de la muerte, Francia se impuso 1-0 a Alemania en un partido con un alto ritmo de ambos equipos y que solo se desniveló por un autogol del defensa Mats Hummels en el minuto 20.

El lunes en la noche, Carabineros detuvo al portero de Unión Española, Diego Sánchez, por conducir en estado de ebriedad al reportar 1,44 gramos de alcohol por litro de sangre en el examen respiratorio.

El jugador fue visto en Santiago Centro, donde pasó un semáforo sin respetar la luz roja en la calle Copiapó con Madrid. La persecución se dio hasta Salvador con Irarrázaval en la comuna de Ñuñoa.

Tras realizar el test, que mostró que conducía en estado de ebriedad, fue detenido. Posteriormente quedó en libertad en base al Artículo 26 del Código Procesal Penal, pero el teniente Claudio Seguel, oficial de ronda de la Prefectura Santiago Central, detalló que los antecedentes fueron puestos a disposición del Ministerio Público.

Disculpas

Sánchez, por su parte, asumió el error en su cuenta de Instagram: "Pido perdón a Unión Española y a sus hinchas por este error, el cual asumiré como un hombre y el que aseguro no se volverá a repetir. Pido perdón a mi familia, novia e hijos, a quienes siempre he tratado de inculcarles lo mejor. Nunca he pasado por esta situación y me avergüenza. Voy a salir de este momento con mucho esfuerzo y dejando la vida en la cancha".

Con una sólida presentación, Audax Italiano venció 2-0 a Palestino en La Cisterna en encuentro pendiente de la octava fecha y se subió al liderato del torneo al sumar 19 puntos, uno más que Universidad Católica, aunque los cruzados tienen un encuentro menos también. En La Cisterna, los itálicos marcaron la diferencia en el segundo lapso, pese a que el rival de colonia comenzó mejor. Al 50' y tras una jugada de pelota parada, Joaquín Montecinos asistió a Fabián Torres, que anotó de cabeza. Fue el propio Montecinos quien puso el segundo al 61'. "Esto es del grupo, todos hemos hecho un trabajo maravilloso y por eso estamos donde estamos", dijo Montecinos.