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Sujeto que sostuvo el suicidio de su pareja fue formalizado por femicidio

Maylin Guevara tenía sólo 28 años y era madre de un niño de 8. Eduardo Quintanilla intentó convencer a su entorno que la joven atentó contra su vida.
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Priscilla Barrera Ll.

El pasado 16 de mayo Eduardo Quintanilla llegó hasta la unidad de urgencia del Hospital de Quilpué con Maylin Guevara, su pareja desde hacía dos años. Supuestamente preocupado por el estado de salud de la joven de 28 años, el sujeto la trasladó hasta la asistencia pública debido a que Maylin estaba inconsciente. Según habría informado al personal médico, su pareja habría intentado quitarse la vida.

La joven, madre de un menor de 8 años y quien además se hacía cargo de los cuidados de su mamá que padece discapacidad física y además es paciente siquiátrica, fallecía al día siguiente. Maylin presentaba una fractura craneana y muerte cerebral. Nunca recuperó la conciencia y nunca pudo decir qué fue lo que pasó.

Como único testigo, Eduardo apoyado en primera instancia por la familia política de Maylin instaló la tesis del suicidio, la que inmediatamente hizo ruido en el entorno cercano de la joven acróbata y bailarina.

Maylin no tuvo una vida fácil, sin embargo, quienes la conocieron la definen como una mujer luchadora, alegre, una madre preocupada, sociable, generosa, empática.

Por eso no creyeron ni un ápice la tesis del suicidio y al contrario dudaron de esta posibilidad y confiaron en que el informe del Servicio Médico Legal les daría la razón. Y así fue.

Este miércoles, Eduardo Quintanilla fue formalizado por el femicidio de Maylin. Los amigos y cercanos a la joven siguieron la audiencia desde las afueras del tribunal de Quilpué y no dejaron de sostener el grito que han venido vociferando desde el 16 de mayo "No fue suicidio, fue femicidio".

Irisel Cabezas, abogada de la colectiva feminista Themis Fem, ha estado apoyando a la familia y al entorno cercano de Maylin en este caso. Ayer participó como público en la audiencia de formalización.

"Fue su entorno de amistades los que insistieron y nos convocan porque dicen que no creen que esto haya sido un suicidio, porque ella era una persona muy alegre, muy preocupada de su hijo, participativa en el colegio, entonces la tesis del suicidio se escapaba de esta personalidad", explicó la vocera de la colectiva.

Irisel Cabezas reparó en un aspecto que dice relación con atribuir la causa del suicidio en muertes de mujeres que puedan resultar extrañas. "Esto forma parte de un estereotipo respecto de la forma a cómo las mujeres gestionamos nuestra salud mental y concluir que si ella no denunció entonces se suicidó", advirtió la abogada.

Tras un trabajo investigativo desde el ingreso de la paciente al centro asistencial que fue denunciada a la fiscal Mónica Arancibia, quien se encontraba de turno aquel 16 de mayo, se trabajó con personal de la Brigada de Homicidios y el SML tras su fallecimiento.

Autopsia

"La autopsia fue uno de los elementos determinantes porque arrojó que hay participación de terceros , en este caso un femicidio, en la muerte de la víctima. Como no hay testigos presenciales del hecho porque la víctima estaba sola con el imputado, es que se debió reunir antecedentes para poder acreditar la dinámica, la participación y es por ello que la Brigada de Homicidios tomó diversas declaraciones a diversos testigos", detalló la persecutora.

Eduardo Quintanilla deberá permanecer en prisión preventiva durante los 120 días decretados como plazo de investigación.

Ninguno de los multados por las fiestas en Maitencillo ha pagado

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Ninguna de las 37 personas que fueron infraccionadas en Zapallar y Cachagua por vulnerar el código sanitario y realizar o participar de eventos masivos en verano, han pagado las multas impuestas por la Seremi de Salud.

La información, dada a conocer por La Tercera, dio cuenta de un total de $186 millones que no han ingresado a fondos del Estado. Hay que recordar que la mayoría de estas infracciones se cursaron en fiestas clandestinas celebradas en verano, cuando la comuna estaba en Fase 3.

Producto de estas fiestas, la comuna experimentó un brote que derivó en el paso de la comuna a Fase 2. Esas fiestas, sobrepasaron con creces el aforo de 20 personas -incluidos los residentes- que estaba permitido en ese entonces.

Entre las multas, la mayor es por $52 millones, aplicada al dueño del restaurante Santo Diablo, Martín Abogabir, quien habría organizado tres festejos. Ni él, ni los otros 36 infraccionados han pagado la multa.