Priscilla Barrera Ll.

La vida de la señora Margarita Poblete tuvo un giro radical el jueves de la semana pasada cuando detectives de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI llegaron hasta su domicilio para requerir antecedentes sobre su único hijo: Miguel Angel Zamora Poblete, vinculado a la desaparición de una niña de tan solo 13 años.

Sin dudarlo, la mujer de 61 años abrió sus puertas y colaboró en cuanto pudo, sin poder dar crédito que su hijo pudiera estar involucrado en un hecho tan repudiable.

Y aunque la mujer no tiene responsabilidad alguna en los actos de un hombre de 42 años, lo primero que hace al iniciar sus palabras es pedir perdón a la familia de la niña.

"Estoy muy afectada con todo esto. Yo le pido perdón a la familia de la niña, porque nunca pensé que mi hijo pudiera hacer algo así, él era otra persona y el que me muestran ahí es otra persona. Yo si hubiese sabido algo, que hubiese traído a alguien acá, habría sido la primera en decirlo. Él era una persona que me llevaba la contabilidad, que me ayudaba (...) Que me digan que violó, que se la llevó de su casa...ese no es mi hijo, no es el hijo que yo conocía y por eso pido mil perdones a la familia. Si yo hubiese sabido algo lo habría denunciado porque yo tengo nietas de la misma edad de ella, entonces es algo que me supera, me supera lo que él hizo", declaró Margarita entre lágrimas.

La mujer, que trabaja desde los 16 años y que tuvo la fortaleza de criar a su hijo sola, a base de sacrificios y esfuerzo, reitera que sólo cuando la PDI estuvo en su casa comenzó a atar cabos, dado que a su hijo lo dejó de ver el lunes 7 de junio, pues supuestamente iría a un asado con unos amigos. Sin embargo, repite, nunca pensó que pudiera estar involucrado en un hecho de esta naturaleza.

"Nunca lo asocié con él, ese no era mi hijo (...) Cuando llegó la PDI y me empezaron a decir que podía ser él, a mí se me derrumbó el mundo. Empecé a hablarle todos los días por whatsapp y nunca me contestó, todos los días le decía 'si tú eres esa persona por favor entrega a la niña porque todo el mundo está preocupado'. Colaboré en todo lo que pude, los detectives me creyeron porque se dieron cuenta que yo no ocultaba nada", detalló.

Amenazas

Margarita está destrozada, no sólo por el dolor que ha significado ver a su único hijo involucrado en un delito tan grave, sino que además porque ha sido víctima, injustamente, de cobardes amenazas y ataques.

"No hemos dormido porque vinieron a lanzar piedras, a encender barricadas. Dijeron que nos iban a quemar la casa. A mí me han hecho polvo, amenazan con venir a hacer destrozos y yo no soy culpable, yo 24/7 estaba en mi negocio, él trabajaba conmigo pero él es un hombre grande y salía, yo no podía controlar lo que hiciera. La gente no entiende eso y no se pone en mi lugar", agregó.

Otra de las grandes penas de Margarita son sus 4 nietos, quienes se han visto tremendamente afectados con todo lo que está pasando. "Él tiene hijos, ellos van al colegio, imagínese que les digan 'son hijos del pedófilo, del violador', los medios no ven esa parte, que también hay una familia detrás, que también hay niños y que todo esto causa mucho dolor. Su hijo más grande está devastado", manifestó la mujer quien aseguró que su hijo era un hombre alegre, buen hijo, buen padre, preocupado y que no coincide con quien hoy está imputado por violación reiterada e inducir a una menor a abandonar su hogar.

Margarita agrega que el único consuelo es saber que la niña apareció, que está bien, porque, confiesa, temió que en medio de todo esto su hijo pudiera hacer una locura.

Tras la formalización de Zamora, Margarita espera poder tomar contacto con el abogado defensor pues, explica, desde el 7 de junio no habla con su hijo.

"No sé si lo volveré a ver, ahora está en Santiago, después vendrá el juicio y no sé si yo estaré (...) Por más que pienso no entiendo qué pasó por su mente. Lo único que pienso es que tiene que estar enfermo, porque una mente que haga algo así no lo entiendo de otra manera", precisó Margarita quien espera poder retomar sus actividades especialmente porque, reitera, debe hacerse cargo de las obligaciones con sus nietos.

Carolina es prima hermana de Miguel Angel Zamora y ha acompañado a su tía en este calvario. Por eso explica el dolor de ser "la familia de", como señala y asumir ser apuntados con el dedo y además objeto de amenazas. "Yo lo único que quiero pedir es que se cuide la integridad de la familia, sobre todo de la mamá, porque ella tiene su local y ha sido amenazada en reiteradas ocasiones. Anoche no dormimos nada porque se supone que vendría un grupo a quemar la botillería, entonces eso no es justo. No es justo que como familia tengamos que pagar el error de él. Hemos dicho hasta el cansancio que no lo vamos a cubrir en nada, él tiene que pagar y para eso está la justicia", declaró Carolina, quien agradeció la protección brindada por Carabineros.