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[Cultura Urbana]

Saga "Altair y la luz del poder" suma nueva entrega

La novela gráfica nacida en la Región de Valparaíso prepara su arribo a Corea. La creación incluye siete volúmenes y está ambientada en un futuro cercano en la Antártica. Su más reciente título es "Insurrección".
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Mirian Mondaca - La Estrella de Valparaíso

Un relato que refleja la maduración de un adolescente que se transforma en adulto y que lleva sobre sus hombros una gran responsabilidad para con su pueblo en un futuro cercano, es la piedra angular de "Altair y la luz del poder", novela gráfica de los autores de la región Luis Saavedra y Christian Morales, quienes acaban de lanzar la última entrega de su saga, titulada "Insurreción".

La ciencia ficción y la fantasía se conjugan en esta serie de siete volúmenes que, si todo marcha como esperan ambos, el próximo año podría arribar a las estanterías coreanas.

El trabajo tras esta creación ha sido extenso (por cerca de seis años), pero lleno de satisfacciones. De hecho, Morales confiesa que "nosotros lo pasamos bien haciéndolo, se demoró su tiempo y este 'Altair' (el más reciente de la saga: "Insurrección") yo creo que es el mejor que hemos hecho porque nos demoramos como un año y medio en hacerlo y ahí le pusimos harto, le hicimos hartas correcciones, cambios. Es una obra más madura".

En la Antártica

La historia de "Altair y la luz del poder" transcurre en un futuro cercano, tiempo en que los últimos humanos sobreviven refugiándose en la Antártica, en una mega ciudad gobernada con mano de hierro y rodeada por cuatro distritos que la abastecen de energía y alimento.

Para mantenerla libre de cualquier peligro, la ciudad fue sellada con fuertes vidrios y metales, pero en estos momentos los recursos han comenzado a escasear.

En ese escenario, Altair, un joven que está a punto de cumplir la mayoría de edad, comienza a enfrentarse a grandes desafíos: descubrir el origen de sus extrañas capacidades, luchar por la libertad, y encontrar el camino hacia la restauración natural del planeta en un lugar llamado Sawken Kran.

Acerca de la trama, Morales comenta que "han escaseado los recursos en el mundo entero y el poder supremo se llevó a este resto de pueblo y lo instaló en la Antártida, en una ciudad, solamente por el hecho de dominar. Ahí tenía un control casi absoluto de la gente, los tenía como un poco aturdidos con esta libertad controlada y Altair, que era hijo de una especie de investigadores descubre la luz del poder".

En el transcurso de esta historia que se desarrolla en el extremo sur del planeta, una de las fortalezas también que presenta es que aluden al desaparecido pueblo Selknam. En la novela, estos "son los errantes (...) aparecen de vez en cuando y dicen que cuando aparecen ellos es porque va a haber un gran cambio, son como personajes que llevan una cierta carga, podríamos decir. Tienen esa condición un poco mística (...)", dice el autor.

A Corea

Hace un par de años esta novela gráfica comenzó su acercamiento con lectores extranjeros, cuando el 2019 sus autores asistieron a la Comic-Con en San Diego, Estados Unidos, representando a Chile.

En esa ocasión tuvieron un excelente recibimiento en Norteamérica. Aquel fue el primer guiño al mercado literario extranjero, buen apronte para continuar llegando a otras latitudes que luego lamentablemente la pandemia truncó. No obstante, ahora ambos autores desean retomar esa senda y para ello están siendo apoyados por un agente literario coreano con miras a publicar "Altair y la luz del poder" en aquel país. "En eso estamos, a lo mejor el próximo año podría estar en Corea", adelanta el autor.

A través de la página web www.altairylaluzdelpoder.cl, además de adquirir ejemplares, se puede descargar para dispositivos móviles el juego de la saga, en el que el joven protagonista debe superar etapas a bordo de su motocicleta.

Pantalla grande

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por Álvaro Inostroza Bidart

Una justiciera

La violencia intrafamiliar es un tema recurrente en el cine actual, el cual ya no tiene temor a desenmascarar lacras sociales que antes se guardaban debajo de la alfombra.

Este es el principal objetivo de "A vigilante" (2018), cinta dirigida y escrita por la cineasta australiana avecindada en Estados Unidos Sara Daggar-Nickson, que tiene varias particularidades que lo hacen un filme destacable, sobre todo considerando que es la opera prima de la realizadora.

Lo primero es el punto de vista de la película, que opta por la perspectiva de la justiciera, ya que la protagonista Sadie (una excelente Olivia Wilde) es víctima de la violencia de su esposo (Morgan Spector). Pero aparte de concurrir periódicamente a un grupo de apoyo, a cargo de una hábil consejera (Tonye Patano), se dedica a prestar ayuda a mujeres y niños abusados, dándole escarmiento a los agresores, para lo cual lleva a cabo un permanente entrenamiento físico y tiene toda una técnica de disfraces, para no ser descubierta.

La otra particularidad es el tratamiento audiovisual de la narración. Con muy pocos diálogos y un sonido contrastante, la cámara escudriña con reiterados primeros planos el estado emocional de Sadie; producto de lo cual el espectador intuye emocionalmente los terribles sucesos que ha vivido Sadie en su propia vida familiar, lo que termina de hacerse patente cuando ayuda a un niño, Zach (Kyle Catlett), que junto a su hermano menor, son abusados por su madre drogadicta.

La segunda parte hace explícita su terrible historia personal. Con la confesión que Sadie hace en el grupo de ayuda, donde da a entender que su esposo mató a su hijo, se inicia lo que será un desenlace dramático pero liberador, y para lo cual la protagonista se venía preparando hace tiempo: el retorno de su marido, para intentar nuevamente esclavizarla y humillarla.

La cinta evita, de manera inteligente, una perspectiva puramente de género, ya que lo que importa es castigar a los abusadores y proteger a los abusados, más allá de que los primeros sean hombres o mujeres, y que los segundos cuenten a los cuatro vientos lo que están sufriendo y pidan apoyo para salvarse.

"Lo que importa es castigar a los abusadores y proteger a los abusados, más allá de que los primeros sean hombres o mujeres".

título: "A vigilante"

dirección: Sarah Daggar-Nickson

dónde verla: Netflix