Preparando el día del asteroide: ¿Quién mató a los dinosaurios?
Cada 30 de Junio, se celebra internacionalmente el llamado "día del asteroide" en conmemoración de la colisión de un asteroide, de apenas unos 35 metros de diámetro, que en 1908 cayó en la región rusa de Tunguska arrasando una superficie de más de 2,000 km2.
En particular, en Chile, el Instituto Milenio de Astrofísica coordina las actividades de este día y desde el Núcleo Milenio de Formación Planetaria y el Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso nos unimos a tan importante conmemoración.
El título de la columna puede que resulte sorprendente, y que despierte en los lectores la inquietud de ¿qué tiene esto que ver con astronomía? La conexión es que el episodio de extinción masiva llamado del límite K/T (del alemán Kreide/Tertiär Grenze) o K/Pg, en el que los paleontólogos piensan que murieron súbitamente la mayoría de las plantas grandes y prácticamente todos los animales, incluyendo los dinosaurios no voladores, ocurrió en el mismo tiempo en el que se data un gran impacto que produjo el cráter de Chicxulub.
El mencionado cráter mide más de 180 km de diámetro y está situado en el nororiente de la península del Yucatán en México. La coincidencia temporal derivada de la datación de fósiles, acompañada del hecho de que la capa de roca asociada al K/Pg posee una abundancia anormalmente alta de iridio, además de otros factores, parecen sugerir que ambos eventos estuvieron relacionados en el sentido de que el impacto fue el detonante del episodio de extinción masiva.
Ahora bien, ¿cuáles eran las características del cuerpo que impactó en la Tierra? Y ¿de dónde provenía? Aquí es donde llegamos al debate actual, ya que mientras que, en general, se ha aceptado en la comunidad científica que el posible responsable del cráter sería un asteroide, en los últimos meses grupos de investigadores han presentado artículos donde se discute a favor y en contra de la tesis que propone como responsable del impacto a un deshecho de un cometa de largo periodo.
Para poner en contexto estos dos términos: asteroides y cometas, les recordamos que ambos tipos de cuerpos "actúan" como los fósiles que nos permiten estudiar la formación de nuestro sistema solar y están englobados en la categoría de "cuerpos menores".
Ahora bien, por un lado, los asteroides están mayoritariamente compuestos por silicatos y metales, son, principalmente pequeños, de algunos metros o kilómetros, y con formas muy irregulares. Pero eso sí, algunos llegan a tener tamaños de unos mil kilómetros de diámetro (como Ceres, por ejemplo). Con respecto a su localización, la mayoría "viven sus vidas" confinados entre las órbitas de Marte y Júpiter, en el llamado cinturón de asteroides. Pero este confinamiento está sujeto a choques y "tirones" gravitacionales, y por ello algunos asteroides pueden ser (y son) eyectados de este cinturón.
Por otro lado, los cometas tienen también tamaños de entre unos metros a unos pocos kilómetros de tamaño, pero podríamos describirlos como grandes "bolas de hielo sucio", que se formaron en las partes externas y frías del sistema solar, y que tienen órbitas en general de largo periodo (algo menor en el caso de los cometas de la familia de júpiter). Estas bolas de hielo sucio, al acercarse al sol, sufren una importante transformación, ya que su contenido en hielo comienza a sublimarse (es decir pasa de estado sólido a gas directamente sin pasar por líquido) y este gas, junto con las partículas de polvo que arrastra, nos proporciona las impresionantes colas que asociamos con estos cuerpos celestes.
Dra Amelia Bayoastrónoma y Académica del Instituto de Física y Astronomía de la UV.