Sin brillo, Brasil aseguró por la mínima su paso a la final de Copa
A los locales les alcanzó un 1-0, con gol de Lucas Paquetá, para citarse el sábado en el Maracaná, pese a un pobre segundo tiempo donde Perú casi les empata.
Nicolás Labra G.
Un primer tiempo contundente, pero un segundo lapso pobrísimo e intentando sacar ventajas en cada caída de sus delanteros, es el saldo que deja preocupado a Tite. Pese a que Brasil venció 1-0 a Perú y confirmó la lógica accediendo a la final de la Copa América que se jugará el sábado en el Estadio Maracaná, la imagen final es pobre y de escaso nivel.
Todo lo contrario a unos primeros 45 minutos donde solo el portero Pedro Gallese fue la razón por la que Perú se fue un gol abajo en el tiempo inicial. Porque Brasil metió un ritmo alto en los primeros 15 minutos, a veces casi canchereando, y aceleró en jugadas puntuales.
Primero fue Richarlison que no alcanzó a sacarse al arquero. Al 12', Gallese tapó un tiro libre de Casemiro, y seis minutos después se lució con una doble atajada a Neymar y Richarlison, la segunda desde el suelo con tremenda reacción.
El sistema defensivo peruano, con una línea de cinco, tuvo apenas un tiro de fuera del área, y por el contrario, hizo agua al 35' con un rápido contragolpe comandado por Neymar. El "10" fue por la izquierda, se sacó a sus marcas y asistió a Lucas Paquetá para el 1-0.
Con la estrategia superada, Ricardo Gareca volvió a la línea de cuatro e incluyó a Raziel García, que se juntó más con Christian Cueva y aumentó inmediatamente el volumen ofensivo incaico.
Así, no sorprendió que Perú tuviera tres opciones en 15 minutos, la más clara del delantero Lapadula, con un tiro tiro cruzado en el borde del área que manoteó Ederson al córner.
Se conformó Brasil, confiado en su mínima ventaja, y los peruanos se quedaron con el grito de gol ahogado tras un cabezazo hacia atrás de Callens en un tiro libre.
Tite quiso despertar a los suyos e incluyó cuatro cambios, pero la realidad dictó que, tal como ante Chile, donde tuvo que sufrir media hora con un hombre menos, el equipo se diluyó y no fue capaz de generar ninguna opción, dejando increíblemente solo a Neymar en ofensiva, con poco apoyo para atacar. Brasil pasó con lo justo, pero jugará el sábado en el Maracaná.