Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Deportes
  • Servicios
  • Tiempo Libre
  • Estrellas

Mondomamba: la banda sin vocalista de los exNiño Cohete

Tras el final del grupo penquista, cuatro de sus cinco integrantes comenzaron un proyecto de música instrumental. En su recién estrenado disco debut revelan una particular fórmula: cada track cuenta con cantantes invitados.
E-mail Compartir

Ignacio Silva

El 2017 recién comenzaba cuando la página de Facebook de "Niño Cohete" se actualizó con una noticia sorpresiva.

"Niño Cohete no seguirá tocando", cerraba el post de la banda penquista, que desde su irrupción en 2010 se había transformado en uno de los nombres principales del pop independiente local.

"Fue un remezón", reconoce ahora Camilo Benavente, el hasta ese entonces bajista del extinto quinteto. "Hubo un tiempo, unos 10 meses o un año en que nos olvidamos de la música y cada uno le dedicó tiempo a otros proyectos", recordó.

Al teléfono desde Concepción, el músico y también ilustrador hace un repaso por esos días y recuerda que durante un año los exintegrantes del grupo se dedicaron a otras actividades: mientras él se volcó a la ilustración, el tecladista Cristián Dippel comenzó a hacer clases de arquitectura, el baterista Joaquín Cárcamo consiguió su primer trabajo como psicólogo y el guitarrista Matías Pereira comenzó a trabajar como ingeniero.

"Fue un momento en que dijimos 'ya, se termina Niño Cohete y cada uno se dedica a sus proyectos'. Hasta que de repente surgió la necesidad de seguir haciendo música y bueno, como nos conocemos, somos amigos, habíamos hecho música antes y queríamos seguir tocando, no tenía sentido armar una banda nueva", narra Benavente.

La idea se concretó cuando los músicos, ya sin el vocalista Pablo Álvarez, se juntaron y crearon Mondomamba, una banda nueva con la que debutaron en marzo de 2018 con "Dime", un primer single con la colaboración de Bronko Yotte en voces.

La canción reveló también la metodología que seguiría el proyecto: tres años después el cuarteto presenta "Mondomamba", su disco debut compuesto por 11 tracks por los que circulan ocho vocalistas invitados.

"Este es un proyecto que se fue resolviendo a medida que avanzábamos. Tampoco nosotros sabíamos que íbamos a empezar a trabajar con más artistas, con colaboraciones. Invitamos a Bronko Yotte, luego pensamos en colaborar con más artistas y fueron saliendo canciones", explica el bajista. "Al final terminó armándose este disco que tiene como concepto la colaboración y el apañe, este diálogo que se produce entre todos los colaboradores y nosotros como banda, como medio, de crear este imaginario".

Entre las colaboraciones aparecen Dulce y Agraz, Natisú, Benjamín Walker, Martín Berríos, Mora Lucay, Vicente Cifuentes, Martín Benavides y A.K.A Lore, una nómina de artistas chilenos que anticipa la variedad de un disco que va desde la rítmica latinoamericana hasta el dub, el house y la música disco.

"Eso es interesante, porque en los Cohetes se fue Pablo, que era el vocalista, y él como persona y músico tenía mucho esta faceta más folk, más ligado al sur y a la naturaleza. Pero nosotros estábamos ya explorando otras facetas más electrónicas, otros tipos de sonidos", comenta el bajista. "Pero en el fondo, al salir Pablo de la ecuación y quedar nosotros cuatro, también nos dio la posibilidad de empezar a explorar otro lado, otros sonidos e instrumentos que nos gustó ir probando y conociendo".

-Lo de las colaboraciones es llamativo. ¿Se transformó en parte de la identidad de la banda? ¿Van a seguir con eso?

-Es que lo interesante de Mondomamba es que puede ser cualquier cosa, es muy versátil. Ahora queremos hacer otro tipo de música, queremos trabajar de otra manera, podemos hacer algo instrumental, podemos hacer un disco con un solo colaborador por ejemplo. Podemos generar distintas instancias, pero no vamos a hacer lo mismo de un disco con colaboraciones.

-¿Cómo recuerdan ahora la etapa con Niño Cohete?

-Maravillosa, súper buena, porque fue un proyecto que nos unió harto y en el que trabajamos harto tiempo, con el que aprendimos mucho. Igual fue un proceso, no fue como que nos separamos de una semana a otra. El tema de que el Pablo quería dejar la banda venía ya hace como un año, nosotros ya sabíamos que la banda se iba a acabar y nos veníamos preparando para eso. Entonces, dentro de todo igual fue bueno que haya sido un proceso en el que tuvimos tiempo para prepararnos, para pensar en qué hacer una vez que se acabara la banda. Pero claramente igual fue triste y difícil. Además era un proyecto al que le estaba yendo bien. Con los Cohete estábamos tocando harto, la gente iba a los shows, estábamos saliendo, entonces nos sentíamos bien con la banda. Pero ahí por mi parte entendí que es bueno tener proyectos personales de uno, porque los proyectos colectivos que dependen de más personas tienen ese riesgo. En ese caso, Cohete dependía harto de Pablo porque era el vocalista y hacía las letras, entonces a nosotros nunca se nos pasó por la cabeza seguir Niño Cohete y remplazar a Pablo. No tenía sentido.

-¿Ven factible volver a tocar juntos?

-No. Yo creo que quizás en algún momento cuando se cumplan, no sé, 10 años de algo o para una fecha especial. Pero ahora estamos enfocados en Mondomamba y tenemos hartas energías y hartas ideas de seguir trabajando y haciendo hartas cosas. Eso es bacán porque nos permite crear y avanzar. El proyecto es súper versátil, entonces podemos hacer lo que queramos. Y eso a nosotros nos encanta porque podemos ir hacia el camino que decidamos, desde hacer un DJ set electrónico, hasta hacer algo acústico, con o sin colaboradores, o armar un disco instrumental. Lo que se nos ocurra.