El porteño es territorial, su cerro es su barrio y su barrio es como su casa. A Playa Ancha le llaman la República Independiente de Playa Ancha. En lo pequeño los porteños se encuentran, se ayudan, se conocen; en lo macro se pierden, se olvidan, se desinteresan. Solo el Wanderers los agrupa en una gran pasión, solo los incendios los une en una gran solidaridad. La palabra Valparaíso para ellos es sagrada, pero se trata de un orgullo infértil. Eso lo vemos en los espacios públicos donde cada uno hace lo quiere, bota lo que quiere, ensucia lo que quiere. Es difícil entender a los porteños, pero tienen muy buen humor. Uno de ellos me dijo: "Yo soy nacido, criado y violado en Playa Ancha".