Peñablanca rememora un año del brutal homicidio de Ámbar
Para la abuela paterna de la adolescente, la mayor responsable de lo ocurrido fue la madre de su nieta, Denisse Llanos. Abogado de la familia espera las mayores penas para los acusados.
Un mural en el frontis de la última casa en que vivió la adolescente Ámbar Cornejo, en la calle Covadonga de Peñablanca, honra la memoria de la joven que el 29 de julio de 2020 fue asesinada al interior de la casa donde vivía su madre Denisse Llanos y la pareja de esta, Hugo Bustamante.
Tras el hallazgo de su cuerpo, ocurrido una semana después de su desaparición, se conocieron los macabros detalles de un crimen planificado y acordado entre la madre de la adolescente y su pareja, un exconvicto que ya había asesinado a una pareja anterior y a su pequeño hijo y que, irónicamente, había logrado el beneficio carcelario de libertad condicional.
Madre verdugo
Ámbar Cornejo no solo fue traicionada por su madre, quien engañosamente la hizo entrar a su casa para entregarle el dinero que su padre le hacía llegar mensualmente. Denisse Llanos facilitó que Hugo Bustamante la agrediera sexualmente antes de quitarle la vida. Ambos guardaron silencio durante los siete días en que la joven estuvo desaparecida e incluso intentaron escapar, eludiendo la justicia.
Marcha
A la espera de que se inicie el juicio en contra de la pareja, formalizada por los delitos de violación con femicidio respecto de Bustamante y violación con homicidio respecto de Llanos, la comunidad de Peñablanca rememora a la adolescente.
Un mural, un memorial y para esta jornada una marcha, para mostrar que su comunidad no descansará hasta que exista justicia para Ámbar, figuran entre las acciones que mantienen presente la demanda de justicia para un caso brutal que evidenció fallas imperdonables en organismos destinados a resguardar la integridad de los niños y adolescentes.
ámbar presente
En la calle donde vivía la joven de 16 años, un mural cruza la pared frontal de la última casa donde vivió y donde, tristemente, también vivía otro de sus agresores, Manuel García Queirolo, también expareja de su madre y padre de la mujer que oficiaba de cuidadora de Ámbar.
En la misma calle Covadonga, pero varias cuadras más arriba, la vivienda donde vivían Denisse Llanos y Hugo Bustamante, la misma donde fue hallado el cuerpo sin vida de Ámbar, luce aún la descarga de la ira de una comunidad entera: ventanas sin vidrios y un cierre perimetral semidestruido muestran la acción de descarga contra los autores del crimen.
La vivienda, que era habitada hasta julio del año 2020 por la familia de Hugo Bustamante, fue apedreada reiteradas veces, obligando a sus ocupantes a dejarla. Frente al domicilio, la comunidad erigió un memorial en recuerdo de la adolescente.
Casa en conflicto
La casa donde ocurriera el homicidio de Ámbar Cornejo fue ocupada hace aproximadamente un mes por una joven, madre de tres niñas. Según familiares, la mujer, a la espera de un subsidio de vivienda y con la esperanza de poder recuperar la tuición de sus niñas, decidió tomarse la casa que, según dijo, se encontraba abandonada y convertida en un verdadero antro. Contaría con el apoyo mayoritario de los vecinos, pero no de todos.
La idea de la joven, comentó una de sus familiares, sería levantar un memorial al interior de la propiedad donde la comunidad pueda visitar y recordar a la adolescente asesinada. La casa, que colinda con la vivienda donde fuera asesinada Ámbar, ha sufrido los embates de la furia social.
La familia propietaria ya no tiene deseos de hablar con nadie. Sí señalan que han vivido un verdadero martirio tras los hechos de julio de 2020 y que tras la salida de la familia Bustamante del lugar, personas de mal vivir han hecho ocupación del inmueble.
"No le doy a nadie lo que hemos tenido que vivir. Carabineros tuvo que venir a sacar a los últimos arrendatarios. Es terrible vivir con esta incertidumbre y con la sensación de inseguridad. Lo único que quisiéramos es poder irnos, pero no parece justo", comentó una de las residente de la propiedad.