N.L.G.

Kristel Köbrich cerró con satisfacción sus quintos Juegos Olímpicos, igualando la marca de Erika Olivera, y manteniéndose cerca de 20 años en la elite, al cerrar en el top 20 de los 800 metros libres. La chilena dominó gran parte de su heat y solo fue superada en los últimos 50 metros por la neozelandesa Eve Thomas, cerrando segunda con un tiempo de 8:32.58 y mejorando su marca de presentación en la especialidad.

"Es un balance obviamente más que positivo, somos súper autocríticos y queremos seguir evolucionando para mejorar cosas. Son unos Juegos distintos, con muchas sensaciones, pero más allá de eso estoy muy contenta con lo deportiv, lo personal y se poder seguir disfrutando y exigiéndome en el alto rendimiento", comentó.

Köbrich finalizó en el puesto 19 de la general y fue la mejor sudamericana, superando a la brasileña Viviane Jungblut que finalizó 24°. "Hace mucho tiempo que no hacía esta marca, así que también me pone muy contenta", añadió la 'Cobra', que bajó dos puestos respecto al 17° que logró en Río de Janeiro el 2016. Su mejor posición fue en Londres el 2012, donde alcanzó el 14° puesto.

Nuevo ciclo

Cerrada su participación en los 800 y 1.500 metros, también le consultaron si esto ya es su cierre olímpico o hay una opción de hacer un récord local pensando en unos sextos Juegos. Ella no descartó nada.

"Me gustaría seguir haciendo lo que me gusta, no sé si con seis Juegos Olímpicos. Todo es consecuencia de mucho trabajo y objetivos, tratando de ser coherente conmigo misma. Hoy sigo sintiendo esta pasión, es mucho sacrificio, pero nadie me obliga a hacerlo".

En el mediano plazo, el próximo año están los Juegos Suramericanos de Asunción en Paraguay, probablemente en octubre, y en 2023 los Panamericanos en Santiago. Sobre su eventual participación ahí dijo que "mientras la cabeza esta bien y el cuerpo acompañe podemos hacer más cosas. Si es 2022, 2023, no sé. Si nos proponemos estar bien, lo haremos".

Cinco campeonas olímpicas estadounidenses en los últimos cinco Juegos y todas diferentes: Sunisa Lee se unió ayer en Tokio a la larga lista de gimnastas de su país con un oro olímpico, con solo 18 años y bajo la mirada de su predecesora, Simone Biles, sentada en la grada del estadio Ariake.

Lee se coronó con solo 135 milésimas de ventaja sobre la brasileña Rebeca Andrade, primera mujer medallista olímpica de la historia de su país y de toda Iberoamérica en la final individual.

La estadounidense ganó con 57,433 puntos, superando los 57,298 de Andrade y los 57,199 de la rusa Angelina Melnikova, que fue oro por equipos el pasado martes.

Andrade marchó por delante hasta la mitad de la competición y llegó a su último ejercicio con las opciones de oro intactas, pero dos salidas del tapiz en su rutina de suelo le dieron el título a Lee. La estadounidense sucede como campeona a su compañera Simone Biles, que se retiró de esta competencia por problemas de ansiedad.

Andrade, primera brasileña en lograr una presea en la especialidad, comentó que "di el 110 por ciento. Estoy tan feliz. Soñaba con este momento y me he entrenado y he trabajado súper duro para llegar a ello".

Novak Djokovic (1°) superó sin problemas al local Kei Nishikori (69°) por 6-2 y 6-0 y accedió a la semifinal del tenis olímpico, manteniendo más vigente que nunca su sueño del 'Golden Slam', que sería ganar los cuatro Grand Slam y el oro olímpico. 'Nole', de momento, suma los tres primeros grandes del año, y en la semifinal de Tokio enfrentará al alemán Alexander Zverev (5°). En la otra semifinal jugará el español Pablo Carreño Busta (11°), que venció 6-2 y 7-6(5) al ruso Daniil Medvedev (2°), molesto este último por una posterior pregunta de un periodista chileno sobre el "estigma de tramposos" de los rusos. El español jugará con el también ruso Karen Khachanov (25°).