Expertos confirman cómo especies nativas usan la vaguada como riego
Científicos proponen solución para que los municipios afronten la escasez hídrica readaptando plazas y áreas verdes con especies nativas y baja mantención.
Temperaturas inusuales para esta época del año hay anunciadas para esta semana en la zona central. De lluvias ni hablar. Malas noticias para nuestra región que lleva 12 años enfrentando los estragos de la sequía.
Por eso los estudios y los resultados que ha tenido la experiencia denominada "Laboratorio Vegetal" en Viña del Mar aparecen como una luz esperanzadora.
Situado en el sector de Las Salinas, frente al borde costero, el laboratorio cuenta con un grupo de especies que no requieren riego. Obtienen el agua suficiente de la vaguada costera.
Después de casi 3 años, científicos que trabajan en esta iniciativa estudiaron y desarrollaron una fórmula que replica la naturaleza nativa de esta zona, con especies de muy bajo mantenimiento.
La idea de los expertos es compartir este modelo con los municipios para que puedan adaptar sus áreas verdes al cambio climático y la crisis hídrica.
"Lo que ha hecho el laboratorio vegetal es reconstruir una ecuación ecosistémica que caracteriza nuestros territorios en términos biogeográficos. La ventaja es que nos ahorramos un montón de procesos. Primero, no se seleccionan las especies, se replican. De qué forma, en la misma forma en que ellas se distribuyen. Segundo, cómo se mantiene. No se mantienen. La historia evolutiva permite que ellas entren en las ecuaciones de espontaneidad de los sistemas nativos. No hay que podarlas, no hay que regarlas. Ellas se mantienen solas. Eso significa que la ciudades pueden aumentar los metros cuadrados de áreas verdes por habitante, desde el momento que tu disminuyes los costos de mantención. Si tienes que gastar menos y mantienes la misma inversión, obviamente, puedes tener muchas más áreas verdes", dice Salvador Donghi, biólogo y uno de los impulsores del Laboratorio Vegetal.
Luis Álvarez, geógrafo y académico de la PUCV, también impulsor del Laboratorio Vegetal, sostiene que "el cambio climático exige adaptabilidad y esa adaptabilidad nosotros la llevamos con especies nativas porque sabemos que son más resilientes. Son especies que ya llevan miles de años adaptándose a la condición del lugar y, por tanto, saben más del lugar que nosotros mismos".
La idea de estos científicos es ofrecer sus conclusiones y sus estudios recabados en el Laboratorio Vegetal para que los municipios puedan adaptarse al cambio climático y la escasez hídrica.