Erika Rojas Salazar

Cuarto en Tokio 2020, el luchador olímpico y grecorromano Yasmani Acosta Fernández, retornará hoy al país tras su participación en los Juegos Olímpicos y la porteña Rommina Sepúlveda lo irá esperar al aeropuerto.

La joven de 31 años mantiene una relación con el deportista cubano, nacionalizado chileno, al cual conoce desde octubre del 2017, fecha en que el luchador viajó a Valparaíso para conocerla luego de contactarse por una aplicación de parejas online.

"Me da un poco de vergüenza contar la forma en que nos conocimos, pero lo importante es que seguimos juntos y vamos a cumplir 4 años y medio (... ) tenemos varios proyectos y la idea es irnos a vivir juntos, pues desde el 2017 hemos tenido que viajar bastante para mantenernos unidos", sostiene con alegría y orgullo la porteña oriunda del cerro Cordillera.

Reencuentro

Rommina y Yasmani no se ven desde mayo y para integrarse al reencuentro familiar viajó desde Cuba su madre Marta Fernández, quien por fin hoy podrá abrazar a su hijo tras largos meses.

"Para mi 'Negro' era un sueño llegar con una medalla para Chile, estuvo a punto... no hemos hablado en profundidad si se proyecta para los próximos Juegos Olímpicos, tal vez sí, es algo que debe decidir él", advierte Rommina cuya historia de amor con el deportista se inició cuando Yasmani era guardia de seguridad en un local nocturno en Santiago y aún ni pensaba en competir por Chile, pues estaba prácticamente ilegal en el país.

"Fueron tiempos complejos, pues el 2018 obtuvo bronce compitiendo por Chile en el extranjero, pero al no ser nacionalizado no le pagaron esa medalla. Luego el 2019 logró la nacionalidad y poco antes ya vivía en el CAR. Nuestra forma de vernos era los fines de semana y era él quien viajaba a Valpo, pues yo no podía alojar en el CAR", reveló la polola de Yasmani, quien actualmente posee un centro de estética integral en el plan de Valparaíso, al que invita a conocer y está ubicado en Esmeralda 973, oficina 504.

Jamaica puede estar orgullosa de su tradición en atletismo. Brilló Usain Bolt en Beijing 2008, Londres 2012 y Río de 2016, de la misma manera que lo ha hecho en esas últimas tres citas Shelly-Ann Fraser-Pryce. Pero no hay nadie más rápida que su compatriota Elaine Thompson-Herah, la primera mujer en ganar en dos Juegos Olímpicos las pruebas de velocidad, repitiendo en los 100 y 200 metros tanto en Río 2016 como ahora en Tokio.

Su último festejo se dio en la madrugada de ayer al ganar los 200 con un tiempo de 21,53, nuevo récord nacional en su país, y superando a Christine Mboma (21,81) de Namibia y Gabrielle Thomas (21,87) de Estados Unidos, una de las favoritas junto a la mencionada Fraser-Pryce, que sumó su primer bronce tras anotarse con el oro en los 100 metros en Beijing y Londres ,y la plata en Londres en los 200 y en el 4x100, tanto en 2012 como en 2016.

Thompson, además, fue quien la dejó con la plata este año en Tokio, sumando dos preseas, una de ellas el un-dos para Jamaica en los 100, y a la espera de lo que harán este viernes a las 9.30 de la mañana de Chile en la esperada final del revelo 4x100 donde tienen como compañeras a Briana Williams, Shericka Jackson y Remona Burchell, un equipo que debería recuperar el oro que en Río quedó en manos de Estados Unidos.

Doble festejo, por otro lado, para la victoriosa Thompson de 29 años, ya que el sábado ganó los 100 metros estableciendo un nuevo récord olímpico con 10,61 segundos, superando los 10,62 de la estadounidense Florence Griffith-Joyner, que los marcó en 1988.

De ese mismo año en Seúl es el registro histórico de Griffith-Joyner, con 21,34 en los 200 metros, al que Thompson se quedó a solo 0,19 segundos. No se notó una posible frustración en su liberadora celebración, tirada en el piso, gritando y saltando después, un efecto catártico que contrastó con el frío saludo que recibió de Fraser-Pryce.