Al parecer nos estamos adaptando a una normalidad relativa, producto de las presiones y restricciones sanitarias, psicológicas, políticas y económicas. En este punto es preciso detenernos a pensar en los escenarios del futuro inmediato, y de cómo salir fortalecidos como instituciones, y que ese fortalecimiento configure la base de una proyección de largo plazo auspiciosa. Es en este contexto, en donde directivos, ejecutivos y empresarios deben ser capaces de manejar herramientas de gestión estratégica, que permita un DESARROLLO CORPORATIVO sólido y fundado en pilares claves para la proyección exitosa y sustentable.

A partir de esta definición, desarrollaremos los elementos claves que se requieren para la orientación al DESARROLLO CORPORATIVO:

1.- Foco en el cliente: La oferta de valor de la empresa, debe estar orientada a satisfacer las necesidades y carencias de los consumidores, con una propuesta novedosa, económicamente viable y con un servicio ampliado, que garantice la maximización del índice de conformidad del cliente.

2.- Cultura de calidad: El desarrollo de todas las actividades, procesos, sistemas, personas y recursos de la organización, deben estar a disposición de la entrega de la oferta de valor, en un marco de mejoramiento continuo.

3.- Innovación y Emprendimiento: La empresa debe desarrollar una política general de innovación y emprendimiento, para el desarrollo de estrategias expansivas, que permita desarrollar nuevos productos, servicios, llegar a otros mercados y aplicar nuevas tecnologías

4.- Desarrollo Estratégico: corresponde a la formulación de diversos planes de acción estratégica, que permite proyectar el desarrollo de la empresa en el tiempo, adaptándose a los requerimientos del mercado, a las presiones competitivas y a las señales del entorno.

5.- Efectividad en los procesos críticos: Todos los procesos de la empresa son relevantes para la prestación de un servicio de calidad, con base en un equipo de colaboradores altamente competentes y motivados, para lograr un compromiso con el trabajo bien hecho y el alcance de resultados notables.

6.- Preocupación por la competencia ampliada: En la actualidad las organizaciones enfrentan una competencia sin fronteras. Los medios de venta electrónicos, las plataformas virtuales y los sistemas de venta a distancia, generan una presión competitiva nunca antes vista.

7.- Desarrollo de tecnologías de información: El avance tecnológico se ha ido transformando en una realidad imperiosa de aplicar en todas las empresas. Nos presenta una infinidad de oportunidades, pero al mismo tiempo, nos presiona a mantenernos al día en los recursos computacionales, software, hardware, conectividad y estrategias de desarrollo digital.

8.- Modernización de las estrategias comunicacionales. El receptor ha cambiado, y esta mutación nos obliga a disponer de las mejores herramientas comunicacionales, para alcanzar una vinculación efectiva, informada y que aporte a los resultados globales. La administración de sitios WEB, las redes sociales y todas las herramientas electrónicas, nos ponen en permanente alerta en función de lo que hacemos y decimos.

9.- Seguimiento y Control: El desarrollo corporativo requiere de una gestión controlada, con información relevante, basada en indicadores, métricas, estándares y trazabilidad de los resultados. Buscamos aplicar inteligencia en los negocios, con un mecanismo de análisis institucional

10.-Rendimiento económico. Todos los puntos anteriores se deben desarrollar en un marco presupuestario, con un control económico que permita la maximización del valor patrimonial de la empresa en el tiempo, aspirando a mejores tasas de rentabilidad, con la liquidez suficiente, cobertura exacta y con un riesgo crediticio controlado.

Benito Barros Muñoz

Ingeniero Comercial

Magister en Negocios Internacionales

Doctor © en Administración y Economía

Rector CFT Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile