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Ecólogo convierte barril de cerveza en robot que monitorea humedales

Equipo de experto en conservación creó una máquina que emula sistemas de vigilancia de ecosistemas, para adelantarse y evitar desastres ambientales. Incluye alarmas anti robo y vandalismo para usarlo en zonas urbanas.
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Diego Gotelli C.

Cientos de cisnes muertos, cayendo incluso sobre la ciudad, y otros miles emigrando por la falta de comida fueron las secuelas que dejó la contaminación del humedal Río Cruces el año 2004, cuando aquel sector de Valdivia vivió uno de los mayores desastres ecológicos registrados en el país.

Casi dos décadas después el ecosistema no sólo se ha ido recuperando, sino que ahora investigadores locales buscan evitar que hechos así se repitan gracias a un "robot" que, aseguran, vigilará el "estado de salud" de éste y otros humedales vulnerables del país.

El dispositivo fue instalado la semana pasada en el ecosistema valdiviano, aunque a simple vista su apariencia dista mucho de un moderno aparataje tecnológico. ¿El motivo? Todo su sistema de sensores y equipos de medición fueron ocultados dentro de un barril vacío de cerveza.

"Los humedales son sistemas muy hostiles para equipos electrónicos porque son, lógicamente, ambientes muy húmedos", explica el ecólogo Cristian Correa, quien encontró en los barriles cerveceros la mejor opción para fabricar una estación de monitoreo adaptable al entorno acuoso.

El profesor del Instituto de Conservación y Biodiversidad de la Universidad Austral comenzó a diseñar el proyecto en diciembre, buscando una alternativa asequible para vigilar el humedal sin desembolsar los más de $8 millones que cuestan este tipo de dispositivos en el extranjero.

Para el sistema eléctrico no tuvo problemas. Ayudado por ingenieros del laboratorio LeufüLab se adaptó los diversos sensores que hoy usan los ecólogos cuando hacen mediciones in situ. Pero el desafío mayor era lograr que los artefactos pudieran ser dejados en la intemperie sin sufrir daños. Ahí nació la idea de los barriles, los que permanecían olvidados en bodegas luego que un ajuste a la Ley del Saco prohibiera la manipulación de elementos de tanto peso.

Contactándose con cervecerías lograron juntar más de cien depósitos de 60 centímetros de alto y 40 cm de diámetro. Uno de ellos, el usado en el piloto, fue rellenado con una decena de sensores que permiten, por ejemplo, medir la acidez, la salinidad, la temperatura y la cantidad de agua que presenta el humedal. Todo en tiempo real, con reportes generados a cada minuto.

"El cambio climático es una realidad en pleno desarrollo, con lluvias que no son ni la mitad de lo que era en los años '90. Eso sumado a la expansión industrial y urbana, que usualmente ocurre cerca de los cuerpos de agua, tienen a los humedales ante un inminente peligro. A los humedales hay que monitorearlos como si fueran pacientes enfermos o en riesgo de enfermedades graves", señala el doctor en Ecología Evolutiva.

Importancia vital

El rol de los humedales en la vida es más relevante de lo que muchos creen. Así lo afirma Ignacio Rodríguez, director del Centro de Humedales Río Cruces, institución que mandató la elaboración del sistema de monitoreo.

"Si no tenemos humedales sanos nos vamos a morir. Así de simple. Los humedales son una parte esencial del ciclo del agua, y hoy, con tanta sequía, el acceso al agua se va a hacer cada vez más difícil", dice el ecotoxicólogo.

En Chile se estima que hay más de 40 mil humedales, que cubren unas 4,5 millones de hectáreas en las que conviven especies vegetales y animales. Algunas de sus formas más típicas son los estuarios, lagunas costeras, salares, ríos, lagunas y bosques pantanosos, aunque se han identificado más de 20 tipos distintos de zonas húmedas en el país.

Pese a su relevancia, estos espacios están cada vez más amenazados. Rodríguez explica que la urbanización suele alterar sus componentes, por ejemplo, sobrecargándolos de nutrientes que si se agudizan terminan con desastres como mortalidad de peces, olores molestos o cambios de coloración del agua.

Para frenar su deterioro, el Ministerio del Medio Ambiente ha protegido más de 231 mil hectáreas de estos ecosistemas; ha impulsado un programa de reconocimiento y protección de humedales urbanos; y se está trabajando en un proyecto de conservación de humedales costeros. Además, cuentan con una red de monitoreo en 29 zonas húmedas que vigilan humedales de Atacama a La Araucanía.

"Los humedales son uno de los ecosistemas más productivos del planeta. Albergan un gran número de especies de flora y fauna, son los riñones del planeta, limpian las fuentes de agua y son además grandes sumideros de carbono, contribuyendo a la mitigación y adaptación al cambio climático", destacan desde el ministerio.

Pero los investigadores valdivianos quieren ir más allá en vigilancia. Con el centenar de barriles y otros que ya les ofrecieron aspiran a masificar su robot para cubrir la mayoría de humedales de Chile y llevarlo al extranjero, para lo cual buscan financiamiento.

Correa afirma que el diseño permite adaptarlo a humedales concurridos dentro de las ciudades, pues se puede sumergir por completo camuflándolo con plantas acuáticas. Rodríguez añade que además tiene GPS para que les alerte si alguien se lo roba; y medidores de presión interna que les avisa en caso de que alguien lo abra o vandalice.

"Es bastante versátil. Nuestro sueño es tener la red de monitoreo más amplia posible", recalca el ecólogo que lidera el proyecto.