Priscilla Barrera Ll.

Con el mar de fondo y un enorme lienzo en el que se leía "cierre del comercio a las 19.00 horas, por nuestra seguridad y más calidad de vida", hombres y mujeres agrupados en la Alianza de Trabajadores del Comercio, Atcomer, hicieron pública en Viña del Mar su demanda por una jornada laboral que termine a las 19.00 horas, que brinde seguridad a los trabajadores y una mayor calidad de vida.

Tras 17 meses de pandemia y el cierre obligado que implicó intermitentemente el llamado estallido social de octubre de 2019, los trabajadores del comercio debieron saber adaptarse a jornadas interrumpidas, adecuaciones horarias, y en muchos casos, largos meses de inactividad.

Los clientes también debimos adaptarnos a aforos reducidos, filas de espera, exhibición de permisos para compras y horarios de funcionamiento distintos y más breves debido a las medidas de confinamiento y fundamentalmente el toque de queda.

Por eso con más de un año de pandemia, vendedores y compradores ya se han adaptado a estas nuevas reglas impuestas por la pandemia, las que al mismo tiempo y con una mirada positiva, han brindado un mayor tiempo en familia para los trabajadores y la comprobación de que es posible funcionar con un horario más reducido.

Precisamente es la demanda que hacen los más de 100 sindicatos que se agruparon en la Alianza de Trabajadores del sector Comercio, Atcomer, entidad que reúne a más de 250 mil trabajadores de este rubro en el país y a cerca de 30 mil en la región de Valparaíso.

Claudio Sagardías, presidente de Atcomer, explicó que estas demandas que se aglutinan en torno al cierre a las 19.00 horas surgieron precisamente de las bases sindicales, quienes, asegura, se han sentido totalmente desprotegidos en torno a la hora del cierre del comercio.

"Nosotros antes de la pandemia, incluso antes del estallido social, salíamos a las 10.30, 11.00 de la noche. La gente queda a la 1 o a las 2 de la madrugada botada. Tenemos gente violada, gente asaltada, gente que vive en campamentos y a la que le da miedo entrar a estos lugares en horas tan tarde. En pandemia nos dejaron aún peor, nos olvidaron, a la gente de los supermercados les dijeron gánense a la cola y cuando les toque la vacuna ahí los vamos a vacunar. Para algunas cosas éramos primera línea y para otras la última", comentó el dirigente.

Pamela Tapia, presidenta del sindicato Ripley SPA Mall Marina Arauco de Viña del Mar, manifestó que tras el avance de la comuna a fase 4 el horario de la tienda se extendió, lo que implica que la salida de los trabajadores es a las 20.00 horas y a contar de septiembre será a las 21.00

"Estamos pidiendo y exigiendo adelantar el cierre de la jornada de los trabajadores del comercio por seguridad y calidad de vida familiar, pero el foco es la seguridad. Hay muchas mujeres y hombres que salen y no hay locomoción y se exponen a asaltos, violaciones y golpizas. Estamos todos luchando por un mismo objetivo", precisó la dirigente.

Es la primera despensa comunitaria de la comuna. Desde la Municipalidad de Quilpué, señalan que esta idea surge en medio del contexto de pandemia que ha golpeado duramente a diversas poblaciones y familias, y cuyo objetivo es marcar un precedente que promueva la donación de aportes de empresas e iniciativas privadas para con ello mantener y consolidar la acción social de la ciudad.

El diagnóstico dice que los encargados de ollas comunes informaron a la comunidad que, debido a la gran cantidad de personas que diariamente asisten a recibir su alimentación, los recursos se han vuelto escasos y algunas agrupaciones debieron disminuir significativamente sus días de voluntariado o, de lleno, cerrar sus servicios.

La Directora de Desarrollo Comunitario (DIDECO) de Quilpué, Loreto Bacigalupo, comentó que "este proyecto surge en co-gestión con comedores populares, ollas comunes y organizaciones de otras dimensiones de bienestar comunitario, en apoyo de los vecinos y vecinas que han resentido más fuertemente la crisis sanitaria y por tanto sus consecuencias económicas", agregando que "como Municipio Abierto, nos propusimos el desafío de articular la labor social de las empresas y los locales comerciales de la comuna, a través de una despensa comunitaria que permita abastecer de recursos básicos, de alimentación y cuidados diarios a las organizaciones y agrupaciones que se dedican a esta labor, por tanto el llamado es a locatarios y empresarios de la comuna a que nos contacten y se unan a este proyecto".

¿cómo colaborar?

Quienes quieran colaborar con la despensa popular u obtener alimentos, deben escribir al correo despensacomunitaria@quilpue.cl, comentando tanto de solicitar insumos como de proporcionar abarrotes, artículos de limpieza e higiene, además de menaje y otros.

Valeria Melipillan, alcaldesa de Quilpué indicó que "tenemos catastradas más de 11 ollas comunes y 8 organizaciones solidarias de nuestra ciudad que se verán beneficiadas, porque ahora la despensa popular municipal contribuirá a mantenerlas activas y abastecidas en lo que viene del año".