Robos e inseguridad tienen en jaque a los artesanos del Muelle
Peleas entre ambulantes que se ubican en el paseo y vandalización de sus puestos no les ha permitido salir de su alicaída situación financiera.
Pese a los duros meses que han debido enfrentar en pandemia, a la inseguridad permanente que enfrentan: robos, peleas de ambulantes y tráfico de drogas en el área, sumado a trabajos inconclusos y un largo listado de problemas, los trabajadores de la llamada Plaza de Artesanos del Muelle Vergara están esperanzados.
La próxima semana tendrán oportunidad de reunirse con los nuevos encargados de fomento productivo del municipio, ocasión en la que esperan poder informar a las nuevas autoridades las complejidades que han tenido que enfrentar desde que abandonaron sus antiguos puestos en el paseo costero y se incorporaron, destinando una nada despreciable inversión de 80 millones de pesos de su propio bolsillo, a un proyecto que hasta ahora, aún no está del todo terminado.
Pablo Hernández, presidente de la Agrupación Gremial de Artesanos del Paseo San Martín Plaza Artesanal Muelle Vergara, reconoció que lamentablemente la anterior administración comunal nunca les brindó una solución definitiva, tanto así que aún resta por terminar los techos de los locales.
"Tenemos un montón de problemas pero el más grave es sin duda el de la seguridad. Una de nuestras locatarias sufrió el robo en su local y se llevaron casi 2 millones en mercadería. El municipio tendría que hacerse cargo en todo sentido de la feria porque este espacio es un recinto municipal, así como lo es el muelle, y como tal debiera contar con un guardia de seguridad", planteó el dirigente.
Por lo mismo, la reunión que sostendrán con la nueva mesa de Fomento Productivo el próximo 3 de septiembre los llena de esperanzas, oportunidad en que esperan poder plantear sus problemas pero también sus propuestas, que, hasta ahora, no han sido atendidas.
Pablo Hernández insistió en que la presencia de un guardia de seguridad sería un aporte, especialmente por tratarse de módulos en los que los artesanos mantienen mercadería y por la característica de paseo peatonal, por lo que la presencia de una persona ad hoc brindaría también seguridad a las personas.
"Este paseo hoy día está desbordado, totalmente y nosotros entendemos las razones, no es que no las queramos ver, hay una crisis social en el país y esa misma crisis ha llevado a que se coloque gente a trabajar acá en la costa, pero es un problema que tenemos que abordar con el municipio. Tenemos hartos problemas porque quedó todo pendiente con la administración pasada, tenemos problemas con la energía eléctrica, un paso de cebra, la inexistencia de baños, es un largo listado", acotó el dirigente.
Pablo Hernández recordó que cuando se planteó la habilitación de los módulos y el interés del municipio de generar un ordenamiento del borde costero, prácticamente se vieron forzados a aceptar la idea de los módulos y salir del paseo costero, sin embargo, el proyecto dejó a un lado varios requisitos y propuestas de los trabajadores, entre ellas y como básico, la existencia de baños.
El proyecto no estuvo exento de dificultades. Incluso las obras fueron abandonadas. El proyecto original planteó una inversión de 194 millones de pesos, de los cuales 80 millones debieron aportar los artesanos.