Joven víctima de "bala loca" muere tras 10 días de luchar por su vida
Mientras se cambiaba ropa para comenzar su jornada de trabajo en San Felipe, un proyectil ingresó por la ventana de los camarines y se alojó en su cabeza. Familiares y amigos piden justicia.
Mirian Mondaca - La Estrella de Valparaíso
Consternación existe en San Felipe por estos días tras conocerse el fallecimiento del joven de 31 años Roderick Castro Castillo, quien luchó durante diez días por su vida, luego de que el 18 de agosto fuera impactado por una "bala loca" en su cabeza, mientras se encontraba en los camarines de la planta de tratamiento de aguas servidas donde trabajaba.
Aquel día, frente a la mirada perpleja de un par de compañeros de labores, se desplomó en el piso, para no volver a despertar jamás.
Aquel tira y afloja que libró entre la vida y la muerte finalmente terminó el mediodía de este sábado 28 de agosto, lo que dejó un profundo dolor entre sus familiares y amigos, quienes ahora solo esperan que los organismos competentes hagan su trabajo de buena forma para dar prontamente con el o los responsables.
Ese es el consuelo que ahora les queda y, también, reflexiona su hermana Natalia Castro, que no tuvo dolor, ya que apenas recibió la bala quedó inconsciente.
No obstante, el dolor sí alcanzó a sus cercanos y, en especial a su pequeña hija de 10 años, que ahora no podrá repetir ese panorama tan grato para ambos: ir a la playa. La semana anterior al incidente justamente habían alcanzado a visitar por última vez la costa; ahora ese será uno de los recuerdos más preciados de la niña, con el que crecerá recordando a su padre.
Sin culpables
Natalia, con una fortaleza que asombra, recuerda que ese fatal miércoles 18 de agosto, alrededor de las 08:00 horas, su hermano se encontraba en los vestuarios de su lugar de trabajo y que su casillero se encontraba justo al lado de la ventana.
"Si no me equivoco, había dos compañeros más acompañándolo, y de repente escucharon un ruido y cae mi hermano al suelo. Ellos pensaron que se había desmayado y empezó a salir sangre, y ahí se dieron cuenta que había sido una bala que llegó a su cabecita. Mi hermano estaba preparándose para entrar al turno, estaba poniéndose su vestimenta de trabajo", comenta la joven.
Aunque se han escuchado rumores, la familia prefiere no dar crédito a especulaciones sobre los eventuales responsables, por lo que espera que ahora la investigación se pueda agilizar. En ese afán, recuperar la bala desde la cabeza del joven geólogo será fundamental.
"Los doctores nos dijeron que nunca fue posible extraer la bala de su cabeza porque hacerlo era una muerte segura (...) A las dos de la mañana (de ayer domingo) recién se lo pudieron llevar del Servicio Médico Legal de Valparaíso, porque necesitaban extraerle la bala para comenzar con la investigación", indica la joven.
"Si bien como familia queremos justicia, no nos interesa la venganza, porque nada de eso nos va a devolver a mi hermano ni todo el sufrimiento que nos trae su pérdida. Por eso llamo a sus cercanos y personas que estén sufriendo su partida que, aunque cueste, confíen en el proceso que se está llevando a cabo por parte de las autoridades respectivas", pide Natalia.
Por el momento, la fecha del funeral es incierta, ya que se debe esperar que el cuerpo de Roderick sea entregado a su familia. Lo que sí tienen claro sus cercanos es que será una despedida plagada de amor, ya que se trataba de un joven muy querido en San Felipe.
En su despedida sin duda estarán también sus compañeros del club local que defendió hasta el final en los fines de semana futboleros, el "Mario Inostroza". La misa será en la iglesia sanfelipeña Andacollo.