Desde clavos a maderas reciben en la Cruz Roja del C° Yungay para remodelar
El próximo mes cumplen 99 años y quieren darle una manito de gato a la sede que está bastante a maltraer.
El próximo 2 de octubre la filial del cerro Yungay de la Cruz Roja en Valparaíso, cumplirá 99 años. Yohanna Fredes, presidenta del voluntariado sostiene que la agrupación es la más antigua en regiones y producto de terremotos y la no mantención de la sede, ésta se ha ido deteriorando.
"La sede ya tiene varias décadas y la idea es poder mejorarla poco a poco, primero en su exterior y luego por dentro (...) el próximo año cumpliremos 100 años y queremos hacer algo lindo, conmemorar el centenario con recuerdos de nuestra historia, con más voluntarias y voluntarios, volviendo a atender a nuestros vecinos", sostiene la presidenta.
Campaña materiales
En víspera de los 99 años, las 6 voluntarias que siguen vigentes en la filial del cerro Yungay, una de las 5 presentes en Valparaíso; iniciaron una campaña de latas de zinc, planchas de osb, maderas de 2x3 y 3x3, herramientas, clavos, pintura y todos los elementos que permitan arreglar la fachada de la sede y las dependencias de la Cruz Roja.
Apoyadas por la core Fernanda González y concejal Dante Iturrieta, la campaña de recolección de materiales y fondos se inició a mediados de agosto y espera culminar cuando se reúna lo suficiente para reparar el recinto. "Hemos recibido bastante ayuda, otras filiales de la Cruz Roja, como Limache nos han traído insumos, además de las autoridades Fernanda González y Dante Iturrieta. Pero quienes no puedan colaborar con dinero o materiales y deseen ayudar de alguna forma, es posible que nos colaboren como voluntarios para hacer los arreglos", sostuvo la dirigenta.
Gran labor
Yohanna Fredes destacó que si bien por ahora son apenas 6 voluntarias las que mantienen viva la filial, la idea es atraer más gente a la organización y poco a poco ir retomando las labores que hacían hasta antes de la pandemia.
"Por el coronavirus dejamos de atender acá en la sede, sin embargo nuestra organización siguió prestando ayuda facilitando la sede para que los usuarios del Cesfam Mena se vacunaran contra la influenza, por ejemplo (...) nunca hemos contado con una subvención y somos los propios voluntarios y colaboradores los que pagamos con cuotas mensuales los gastos básicos e insumos para curaciones, inyecciones y otras necesidades", explicó la presidenta Yohanna Fredes.