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Familia de operario que murió intoxicado se querella por cuasidelito de homicidio

El 19 de julio, tres trabajadores perdieron la vida en una emergencia química ocurrida en las instalaciones de la empresa TAD en Concón.
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Priscilla Barrera Llanos.

Dos meses han transcurrido desde la emergencia química que se suscitó en las instalaciones de la empresa de transportes TAD de Concón, tragedia que le costó la vida a tres operarios y que mantuvo en coma por una semana a un cuarto trabajador de solo 24 años.

Mientras el área de lavado de la casa matriz de la empresa ubicada en el parque industrial de Concón se mantiene todavía con prohibición de funcionamiento - tal como lo reconocieron en la empresa - , las familias de Francesco Castro Rojas (41), Bastián Escudero Maturana (34) y Ricardo Correa Sagredo (59) intentan continuar con sus vidas con el dolor de sus irreparables pérdidas.

Querella

Hace sólo un par de semanas, la familia de Bastián Escudero, presentó una querella por cuasidelito de homicidio. Los padres y el hermano del trabajador de 34 años, están recibiendo la asesoría legal de los abogados Nicolás Larach y Héctor Galleguillos.

"En la querella nosotros pedimos distintas diligencias y hemos tenido ya una primera entrevista con la fiscal a cargo del caso. Lo que se está esperando, también por parte de la fiscalía, es el informe de la Brigada de Homicidios de la PDI, ese informe todavía no está en el expediente, se está la espera de eso", precisó Larach.

El abogado puntualizó que las querellas buscan responsabilidades personales y no de la empresa y que, en opinión de esta parte, es evidente la negligencia.

"Es bastante manifiesta la negligencia de lo que ocurrió, pocas dudas hay de que aquí en la empresa hubo negligencias bastante importantes como faltas de protocolo o el hecho de que no había equipos de emergencia. Desde el momento en que los propios compañeros de trabajo, sin preparación alguna, tienen que tratar de rescatar gente, ya te indica la negligencia de la que estamos hablando", agregó el profesional.

Nicolás Larach comentó que la familia de Bastián Escudero está "destrozada".

"No hay otro calificativo. Están muy mal, están con apoyo sicológico que ellos mismos han debido costear porque la empresa, lamentablemente, tampoco les ha ofrecido, hasta ahora, ninguna ayuda en ese sentido. Ellos están muy mal, en especial sus padres, porque Bastián era un hijo muy cercano", reconoció el abogado, quien puntualizó que mientras él asume el aspecto laboral del caso su colega Héctor Galleguillos se encuentra a cargo de lo penal, particularmente en lo que dice relación con la querella.

En cuanto a la investigación por parte del Ministerio Público, es la fiscal Romyna Ahumada quien lleva el caso.

La persecutora precisa que ya cuentan con la pericia de la sustancia química y los informes de autopsias. Sin embargo y tal como lo señalara el abogado querellante, aún faltan varias diligencias.

"La más importante es el informe de la Brigada de Homicidios de la PDI (...) Además de los informes toxicológicos e histológicos de los cuerpos", puntualizó.

Respecto de las familias de Francesco Castro y Ricardo Correa, es el abogado Patricio Olivares el que ha asumido su representación y se espera que la próxima semana puedan sumar sus respectivas querellas.

En cuanto a Pablo Valenzuela Velásquez, el trabajador de 24 años que logró sobrevivir a esta tragedia, se conoció hace unas semanas que se encuentra de regreso en su casa en Viña del Mar, con licencia médica y con temor a retornar a sus actividades laborales.

La empresa de Transportes Alberto Díaz Parraguez es una empresa de traslado de sustancias peligrosas, con casa matriz en la región de Valparaíso. Tienen más de 12 centros de operaciones y cerca de 1200 empleados. Los trabajadores se dividen entre los que ven el área mecánica, los encargados del aseo y mantención, los que manejan las máquinas y los administrativos, entre otros.