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Roberto Bravo: "Hay gente que hace yoga, otras que rezan... Yo toco piano"

El chileno prepara su tercera función presencial en honor a Astor Piazzolla.
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Javiera Palta Olmos

El pianista chileno Roberto Bravo conoció por primera vez a Astor Piazzolla a través de un video. "Debió ser por allí, en el año 88", recuerda. "Unos amigos que me alojaron en Estocolmo me mostraron unos videos de él. Eran unos conciertos que hizo en Italia y me fascinó", narra el músico.

"Fue amor a primera vista. Me encantó su armonía, la pasión, la nostalgia, todo lo que transmite con una fuerza increíble", explica. Fue así como Bravo se reconoció como un seguidor del compositor argentino.

Y es por esa misma admiración que comparte, que decidió realizar sus primeros conciertos presenciales en honor al centenario del transandino. "Homenaje a los 100 años de Astor Piazzolla", se llama el espectáculo en el que toca a quinteto con diferentes artistas y que ha sido todo un éxito de ventas, por lo que tiene confirmada una tercera función este domingo 26 en el Teatro Nescafé de las Artes.

"Ahí tocaremos 16 obras muy diversas. Es una presentación larga", menciona el pianista, con un espectáculo que contará con temas como "Balada para un loco", "Adiós Nonino", "Verano porteño" y "Vuelvo al sur", entre otras.

"Es que me encanta tocar esta música", dice, para dar paso a agradecer el regreso de los aplausos al escenario. "Hemos estado un año y medio en total sin tocar en público, entonces busca revivir la rutina y esa conexión con el público... y estamos viendo cómo va toda la situación sanitaria para llevar este homenaje por todo el país", dice.

-Aunque no hayas estado compartiendo con el público, igual estuviste muy activo.

-Es que aproveché de estudiar muchas cosas que no había podido ver antes y así, hacer varios homenajes, o investigar y escoger temas. También subí tres o cuatro álbumes a Spotify.

-Jamás te alejas del piano, entonces.

-(Risas). Sí. Es como una adicción fuerte. Si no toco el piano, no me siento bien. Hay gente que hace yoga, otras hacen deporte o meditan, otros rezan... Yo toco el piano.

-También fuiste uno de los impulsores de Mahani Teave, ¿Qué se siente ver el éxito que ha cosechado actualmente?

-Admiro el talento y la dedicación que tiene. Hay que destacar también su personalidad, ella es muy amorosa y con mucho ñeque. Otra cosa notable en ella es la humildad. Nunca se le fueron los humos a la cabeza. Tenía un talento excepcional a los nueve años y pudimos sacarla de la isla y llevarla a un lugar en la que pudiera desarrollar ese talento. Es un orgullo ver como ha crecido en este tiempo. Tocamos juntos hace dos años en la Santa María, en Valparaíso.

-¿Te gustaría volver a compartir escenario con ella?

-De todas maneras. Es muy buena onda ella, se disfruta tocar con gente así.

-Los músicos siempre se apoyan unos a otros.

-Claro, uno siempre devuelve la moneda. Desde mandar una carta de apoyo, dar consejos y más. Ahí mismo, en Rapa Nui, hablaban, por ejemplo, de que necesitaban una escuela para potenciar a niños como Mahani, para que tuvieran más oportunidades. Y Mahani llegó e instaló su escuela que tiene casi 80, si no es que cien alumnos.

Anuncian cinta que representará a Chile en los Goya 2022

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El documental "La cordillera de los sueños" de Patricio Guzmán será el encargado de representar a Chile en la próxima edición de los Premios Goya.

La cinta, que fue escogida por la Academia de Cine de Chile, fue pensada como el final de la trilogía integrada también por "El botón de nacar" (2015) y "La nostalgia de la luz" (2010), teniendo su estreno a fines del 2020 tras ganar el Ojo de Oro a Mejor Documental en la edición de Cannes del 2019.

"Agradezco el honor que me han dado los mismos colegas. Espero participar en la nominación para los Goya porque espero que eso siga contribuyendo para abrirle puertas al documental chileno, que es una de las cosas por las que he trabajado y en las que me gustaría aportar", dijo Guzmán tras conocer la noticia.

Usando como eje central la inmensa cadena montañosa de los Andes, en el largometraje, Guzmán reflexiona sobre las heridas abiertas en Chile a raíz del golpe de Estado de 1973.

Con la premisa de explorar las montañas, el cineasta se adentra en sus recuerdos y construye un ensayo relatado a varias voces junto a personajes como el cineasta Pablo Salas, el escritor Jorge Baradit y la cantante Javiera Parra.

Guzmán, de 79 años, se hizo conocido a nivel internacional por documentar en su juventud el gobierno de Salvador Allende y la dictadura de Augusto Pinochet en una trilogía que tituló "La batalla de Chile", considerada por la crítica como uno de los mejores filmes políticos de la historia.