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Francisca valenzuela:

"Me tomé algo así como una hibernación creativa"

La cantautora chilena lanzó la canción "Castillo de Cristal", el primer adelanto de su quinto disco.
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Javiera Palta Olmos

Tras más de un año desde el lanzamiento de su último álbum "La Fortaleza", reconocido por la revista Rolling Stone como uno de los mejores discos del 2020, la cantante chilena Francisca Valenzuela lanzó el primer adelanto de su nueva etapa, "Castillo de Cristal".

De acuerdo a la artista, el tema nació entre la cuarentena, en lo que ella describe como una "hibernación creativa". "Está inspirada en esa sensación de que todo es tan frágil: la vida, el sistema, nuestros cuerpos, la familia... Como que usualmente tenemos esa sensación de que las cosas son tan sólidas, pero es una ilusión, porque muchas veces si no las cuidas, se rompen", menciona.

Aún así, afirma que no es completamente pesimista, ya que la ve, como una nueva era musical, como el inicio de todo. "Esta historia inicia en ese momento de darse cuenta de que está todo como cayéndose a pedazos", dice.

"Suena distópico y catastrófico, pero también es como un mundo de fantasía que también está inspirado en el mundo real. Entonces es ese punto de partida y un poco de qué hace uno con eso, el qué viene después", añade.

-Entonces, ¿tu nuevo disco es como una historia?

-Bueno, "Castillo de Cristal" es la primera canción de una trilogía de videos y canciones que van a salir este año. Éstas están conectadas, porque tienen toda una historia de qué se viene después de este último día, en este final del mundo. El disco se viene con ese relato y un poco de cómo es la vida que está llena de contradicciones. Hay canciones más poperas, más rápidas, más enérgicas, así como hay canciones más lentas y más tranqui, siempre con un punto de vista muy confesional, muy auténtico y muy real.

-Además de estas nuevas canciones, en la cuarentena estuviste con varios proyectos, como presentaciones por streaming y esta participación en el disco de Elvis Costello, ¿fue una época ocupada?

-La verdad fue muy de fluir. Como que me siento muy agradecida de que, a pesar de lo que está pasando, mi familia está bien, estamos todos tranquilos. He tenido la oportunidad de seguir haciendo música, que lo valoro muchísimo. He tomado las oportunidades que han llegado, componiendo encerrada... me tomé algo así como una hibernación creativa. Es interesante que diga eso, porque igual siento que pasaba como varios meses un poco en la mía, y es rica la idea de salir al mundo con algo nuevo. Casi sin darme cuenta estos tiempos han sido súper activos.

-Debutaste en la música en 2006 y ahora estás ad portas de tu quinto disco ¿cómo ves tu trayectoria?

-No puedo creer que pasó tanto tiempo (Risas). No sé, por una parte siento mucho orgullo, es decir, estoy muy contenta y orgullosa de tener una carrera que tiene cinco discos. Igual es raro porque las canciones las escribo yo y vienen de un lugar muy interno y cada disco es como una foto de un momento, o de un yo distinto. Y es que así soy, lo que escribo soy yo no más, ¿cachái? Es mi pasión por la música y darlo todo.

Critica de Arte

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por Daniel Lagos Ramírez

Cecilia Byrne: una mirada naïf

Con la exposición "Chile, un confín de colores" la artista Cecilia Byrne representa la realidad en la perspectiva de la ingenuidad infantil, donde refleja una gran sensibilidad en las formas, utilizando colores intensos de gran vitalidad, conscientemente ajena a toda norma academicista técnica del oficio. De allí su espontaneidad y frescura, que nos retrotrae hacia una de las artistas que le confirió a esta manera de pintar, un reconocimiento cuya vigencia llega hasta nuestros días: la abuelita Moses, quien comenzó a pintar a los 70 años -no podía bordar por artritis- y lo hace con lo que identifica hasta nuestros días como la pintura ingenua, infantil, rústica. Vivió hasta los 101 años y ese último año pintó 25 obras; expuso en N. York, en Europa y Japón donde fue altamente valorada. Otro gran referente en esta pintura es el Aduanero Rousseau.

Es en este contexto en el que debemos adentrarnos en la obra de Cecilia Byrne, y como nos advierte Arnoldo Carvajal en el Catálogo, que se centra con énfasis en lo folklórico. Asimismo, rescata lo patrimonial, las tradiciones populares del chinchinero, lustrabotas y fotógrafos de cajón. No falta el Valparaíso encumbrado por los vientos, con los tendederos de ropas batiéndose en los lunes de lavados. Una pintura actual es la del recién restaurado Palacio Vergara, que ha recuperado en su fachada el color original dado por los arquitectos E. Petri y A. Petri Santini, que realza su estilo neogótico veneciano, y que Cecilia Byrne representa con toda su majestuosidad y colorido plano, rellenando tal como lo haría un infante una superficie con un color sin variaciones tonales ni perspectiva occidental, sino una perspectiva aérea: lo que está más arriba, está más lejos. Las obras son de una gran honestidad y reflejan una sensibilidad sutil,

Por otro lado, en Galería Modigliani -5 Norte 168, Viña del Mar- Dino Samoiedo presenta a un artista que requiere aquí una próxima columna exclusiva, pero que no podemos dejar de nombrar por su reciente inauguración el viernes recién pasado. Navarrete nos retrotrae, por nombrar una sola dimensión de las múltiples que abre con sus conceptualizaciones, al desafío de las artes visuales de estructurar su propio lenguaje, en el nivel de abstracción logrado por la música.

Nombre: "Chile un confín de colores" de Cecilia Byrne.

dirección: Sala Viña del Mar, Arlegui 683.